Golazo de Ayala. Golazo del Málaga. Gol interminable de Fabio Aurelio. Cuarto del Málaga marcado por nuestro canterano Isco. ¡Campeones, campeones! ¡Má-la-ga, Má-la-ga! Ya ven, diez añitos y alrededor de seis meses separan unos comentarios de otros. Del todo a la nada en un puñadito de años. Del glorioso Valencia de Benítez al ni se sabe qué Valencia de Pellegrino. Entre una época y otra media un abismo. Un abismo que, traducido al singular mundo del fútbol, es sinónimo de depresión, de desilusión, de mal rollo, de caída en picado hacia la nada. La Rosaleda sirve para definir la última década del Valencia. De década prodigiosa a realidad peligrosa. Ojito.

La Psicología

Dijo Pellegrino al finalizar el partido algo parecido a lo siguiente: «Sobre la psicología de los jugadores tengo muchos interrogantes». ¡Chúpate esa! ¿Y eso qué quiere decir? Se refiere el Flaco a que sus jugadores son unos pusilánimes o que él, en calidad de psicólogo en tanto entrenador, ha perdido los papeles y no sabe como comandar la nave. O las dos cosas a la vez. Ante el Málaga los jugadores del Valencia no pararon de hablarse unos a otros para corregir situaciones. Y eso, lo de corregir situaciones, debe partir del banquillo... sazonado con un toque de psicología. Pero la responsabilidad principal, no lo duden, está en el banquillo.

Pellegrini

Las comparaciones son odiosas, cierto. Pero en el caso que nos ocupa son obligatorias. Entre Pellegrini y Pellegrino media un mundo. Entre Manuel y Mauricio media un abismo. El abismo que separa a un entrenador hecho y derecho que siempre ha sacado sobresaliente en los equipos que ha entrenado „sí, Real Madrid incluido„ de un entrenador que es una absoluta incógnita en cuanto a conocimientos y madurez. Y una pregunta: ¿Si el Valencia es el primer equipo de la otra Liga „me temo que ya no„ no debería tener un entrenador acorde a ese potencial? ¿Pellegrini no haría más faena que Pellegrino? Estamos de acuerdo. Claro que sí.

Lo de Banega

Mal gesto de Éver cuando fue sustituido. ¿Importante? El gesto en sí no. Lo importante es que si Pellegrino es consecuente con sus decisiones Banega no debería jugar el próximo partido ante la Real Sociedad. ¿Por? Pues miren, cuando Jonas tiro una botella en el banquillo y fue ´castigado´ por Pellegrino se creo un precedente que debería ser de obligado cumplimiento. Así las cosas o sanciona a Banega o pierde la autoridad „mayor o menor„ que pueda tener en el vestuario. ¿Y cual es el problema? Pues que Tino Costa no puede jugar por acumulación de amonestaciones y el concurso de Éver debería ser fundamental para el próximo partido. Aguardo impaciente la decisión del míster.

Sobre Isco

Miren, me importan un pepino las declaraciones de Isco post-partido. No son meritorias, sin duda, pero tampoco acarrean extrema gravedad. Una salida de tono y punto. Ahora bien, y sin ganas de buscar culpables ni señalar con el dedo a nadie, convendrán conmigo que Isco es bueno, muy bueno, buenísimo y que es una pena enorme que no esté entre nosotros. Hace diez años y seis meses un canterano del Valencia fue sacado a hombros por los seguidores valencianistas de la vieja Rosaleda. Se trataba de David Albelda, y el Valencia había sentenciado la Liga. El pasado sábado otro canterano del Valencia abandonó la nueva Rosaleda con la afición ´boquerona´ coreando su nombre. Se trataba de Isco, y su Málaga había machacado al Valencia. ¿Lo entienden? Ayy... ¡Cómo hemos cambiado!