Solo tres puntos más. Vettel ha conseguido solo un uno por ciento más de puntos que Alonso: esa es la sutil diferencia que le ha dado a Sebastian su tercer título mundial consecutivo. El alemán no será el tipo más popular entre los españoles, pero merecen, él y su equipo, esta nueva victoria.

Se cierra la tercera temporada en la que el bicampeón español corre para Ferrari. Esperábamos que tras el desencanto en McLaren y el par de años de barbecho en Renault, al pilotar para la Scuderia el asturiano volvería a ser campeón, pero no ha sido así. Exceptuando 2011, ha estado a punto de lograr el campeonato dos veces para el equipo italiano. En el primer intento, un patinazo en la estrategia le dejó sin mundial. Este año, en Maranello no han sabido seguir la estela de los desarrollos tecnológicos del rival, RedB ull Racing, durante la segunda parte del mundial.

Es inevitable pensar en los puntos perdidos en Spa y en Suzuka en los abandonos provocados por los Lotus de Grosjean y Raikkonen: de nada vale ahora. Tal vez, un mejor coche hubiera compensado esas contingencias. Pero en este momento, solo se trata de trabajar para 2013 y buscar la revancha.

Echar de menos

Cerramos una larga e intensa temporada. Han sido veinte pruebas con emoción mantenida hasta el final que nos dejan, además del agridulce recuerdo de otra oportunidad perdida para Alonso, muchas cosas que echaremos de menos, algunas con total seguridad, y otras no tanto. Echaremos de menos:

-?No poder ver los coches rodar en Valencia, especialmente si recordamos que Alonso corrió aquí la mejor carrera de 2012.

-?Tener un equipo español en la Fórmula 1. Aunque los HRT fueran los últimos, estar era la única opción para dejar de ser algún día los más lentos de la parrilla.

-?A Pedro de la Rosa que deja un sueño a mitad ¡Qué lástima!

-?A Schumacher. Su vuelta no ha servido para reverdecer sus laureles; tal vez sí, su cuenta corriente. Como una estrella, se ha apagado poco a poco.

-?A Kobayashi, el agresivo piloto japonés que tuvo el orgullo de subir al podio en su casa, en Suzuka.

Es hora de empezar la carta a los reyes magos de Maranello y de pedirles ya un mejor monoplaza. Es necesario que el orgullo que Alonso siente por su equipo sea correspondido con tecnología ganadora. Y es hora, también, de aparcar Al Volante hasta 2013.