Le prometí a un colega de arrejuntar letras que como buen ciudadano que soy desde que me he hecho mayor y llego cansado a casa, y no hay fiesta en la cocina cuando duerme mi mujer, que esperaría a que saliera el nuevo de Extremoduro para ir a comprarlo a la tienda y escucharlo con calma, saborearlo e investigarlo hasta el último de sus rincones. A través del twitter le dije a este crítico musical que no lo bajaría de internet, por donde circula desde hace días a pesar de que la fecha prevista para que saliera a la venta era a finales de mes y a pesar de que la han adelantado a hoy. Pero la carne es débil y más si se trata del Robe y del Valencia... Ahí me espatarro y no atiendo a razones, cambio de opinión de inmediato y me subo a las estrellas y me tiro de cabeza porque nada me interesa a mi alrededor. Sí, he pecado amigos, mientras escribo esto suena el nuevo de Extremoduro que mi colega Xavo ha sacado no se de dónde. No he podido resistir. Y mientras pienso y pienso suena una que se llama ´Por los caminos de las utopías´ que habla de libertad «para este minero que quiere entrar en ese agujero..», lo que por otra parte es una utopía como un piano de grande. Y ya que la cosa va de pianos y como estoy hasta las narices de las teclas, me da igual si Djukic no la encuentra porque es un cazurro o si no la encuentra porque le han vendido un piano no tiene de eso. Me he cansado buscar culpables y de tener la sensación de que tengo la razón „que no significa que la tenga ni mucho menos, simplemente que creo que tengo razón porque es lo que yo pienso y supongo que al de al lado le pasará lo mismo„. Es lo malo que tiene el fútbol frente al rock and roll, que el fútbol no lo controlas tú, es decir, si el Valencia pierde jodienda y si gana alegría. Con la música basta con cambiar de canción o de disco, que siempre hay uno para cada momento. Y ya sé que a pesar de la victoria de ayer podría escribir y no parar de cosas mejorables como el hecho de que nos hicieron dos goles con una facilidad pasmosa, y sobre todo la sensación de que el entrenador va a seguir cambiando las cosas con un aparente libre albedrío que en mi opinión no es lo más adecuado para formar un equipo. Sobre eso de que importa más la actitud que el dibujo, prefiero callar porque ya hace partidos que vimos ante nuestras narices que los jugadores van, lo que no saben para dónde... Con el entrenador y sus maneras de vivir me he reconciliado al menos interiormente para que no me cueste la salud y sobre todo para seguir sintiendo emoción cuando juega el Valencia y no estar esperando la debacle en cada partido. Hoy escribo de utopías porque lo dice el Robe, y si él es capaz de que le dejen entrar en agujero „¡qué maestro!„ yo puedo soñar por un día con que este año en la Liga no, pero en Europa lo mismo damos la campanada y plantarnos en Turín... ¡No seáis aguafiestas! Pues eso, que sopla el viento sin parar, para que vuelvas, para que vuelvas, que en el viento viene y va una respuesta, una respuesta... Mañana despierto, tranquilos.

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