Otra vez en las mismas, poniéndose la venda antes que la herida y rodeados de cenizos. Sí, otra vez. Para variar, nadie da un chavo por el Levante. Y, sin embargo, el Barça sabe igual que el Madrid lo que es morder el polvo en el Ciutat, donde salvo contadas excepciones las pasan canutas para llevarse algo al estómago. Pero no, en vez de ver el vaso medio lleno, a que parezca un suplicio. Vamos, la cantinela de todas las temporadas y por desgracia aún más de esta, en la que los granotas son colistas y no terminan de encontrarse, una realidad nutritiva para el pensamiento negativo... ¡Qué hastío!. Como si el fútbol fuera una ciencia exacta, afloran por generación espontánea los pesimistas que abogan por pensar en el próximo partido y no arriesgar a nadie. En plan ¡buah!, si vamos a palmar igual. En fin, craso error. Porque mañana se puede perder, pero también empatar o ganar y, lo que es más importante, el equipo puede y debe darse un baño de autoestima. Él y todos los que lo rodean, tanto los que creen con fe ciega como los que lo hacen con la boca pequeña. Sí se puede, ¿por qué diantres no? Estar en Primera División, además de para cuadrar balances, pagar la deuda y festejar superávits sirve para disfrutar de estos días al máximo. ¡Oye, que viene el Barça¡ Sería una pena no exprimirlo hasta la última gota. Después... Pues después que sea lo que tenga que ser, pero que vaya por delante que durante la semana, pese a la puñetera plaga de lesiones, en Buñol y en el Ciutat se está trabajando para dejar el pabellón bien alto. Ahí está el ejemplo reciente del Apoel. O el del Villarreal, en cuyo centro del campo podría haber encontrado Mendilibar inspiración para plantar un trivote. Utopía es pensar en repetir aquel histórico 5-1 de Vallejo. Todo lo demás es licencia para soñar. Que se lo digan a esos jugadores que se van a quedar fuera con todo el dolor de su corazón.

Potencial como el de ‘cama’

Todos quieren jugar, pero uno de los que más es probablemente Camarasa. El canterano se está ganando a Mendilibar, ha sido titular ya en el centro del campo y en el de la defensa y se perfila como un valor en alza. No tienen mal ojo los técnicos del Barça, que hace tiempo lo tantearon para incorporarlo a su engranaje de cantera. Salvando las distancias, con él pasa como con el equipo entero. Que le ven más potencial desde fuera que dentro.