Pues sí amigos, más allá de los jugadores que han llegado de la mano —y la chequera— de Peter Lim, el Valencia tiene un plan que ahora reluce con un esplendor que puede quedar en nada si termina por explotar y brillar del todo. Vale que André y Rodrigo son dos futbolistas que te dan un salto de calidad que hasta podemos calificar de inesperado, pero este equipo te entra por el ojo por otras cosas.

Lo que te entra por el ojo y a la primera es ver que está formado por gente con hambre, futbolistas que más allá de la calidad que puedan tener, —insisto en que la tienen— quieren ser grandes en el fútbol. Creo que eso ha provocado que la gente esté ahora orgullosa de su equipo más allá de los resultados. Rufete el domingo 7 de este mes a SUPER: «En este Valencia la actitud es innegociable. Los jugadores del Valencia tienen que tener calidad, eso está claro, pero la actitud no se negocia». No se vayan todavía que aún hay más: «El perfil de futbolista que hemos buscado es sencillo; jugadores que quieran estar aquí. Todos los futbolistas que están en el Valencia desde el primer momento han querido estar en el Valencia». Ahora recordemos a Canales, que el Valencia apuesta por él cuando peor estaba pero se quiso ir en cuanto llegó un entrenador que no lo ponía. O pensemos en la cantidad de oportunidades que se le han dado a Banega, un superdotado con el balón en los pies que solo ha rendido con Valverde.

Por no hablar de un tal Rami que llegó con una cláusula que descendía porque el compromiso del club era venderlo a poco que lo hiciera bien. Rematamos la faena, por ejemplo, con Ricardo Costa, que se ganó la capitanía haciéndole la pelota a Djukic, una historia que por otra parte se parece mucho a la de Pellegrino y Gago, porque ambos proyectos empezaron a resquebrajarse por lo mismo; favoritismos. En cambio, en este Valencia a Carles Gil —ojo que el nano se está haciendo fuerte— le han fichado a De Paul, a Javi Fuego a Filipe Augusto, a Parejo a André Gomes, a Gayà a Orban, a Barragán a Cancelo, Rodrigo ha sentado a Feghouli, Vezo lucha contra Mustafi y Paco Van Basten, —el favorito de la afición—, tiene que pelear con un tal Negredo... Pues bien, lo que antes era motivo de bronca en el vestuario se ha convertido en la base del proyecto. Ahora entenderán mejor aquello de que algunas salidas fueron el mejor fichaje... Lo llaman LIMpieza.