El Valencia tuvo sus minutos para ganar este partidazo, estuvo muy cerca, pero no lo hizo y pagó con el excesivo castigo de ese gol de Busquets pasado el tiempo reglamentario, cuando el equipo se había dejado la piel para que los tres cracks del Barça no tuvieran balones durante gran parte del choque. Es momento de tener la mente fría, el equipo es joven y en un partido de esta categoría no estuvo a la altura del día del Atlético pero sí en un nivel bueno, aunque tantas felicitaciones después de una derrota igual son exageradas, vengan de Nuno, de Salvo, de Lim o de quien sea.

Al final lo peor es la decepción de la gente, incluso más que el punto, aunque el resultado es malo. No sería tan malo si el partido del Athletic hubiera acabado en victoria y el Derbi en cualquier otra cosa que no fuera perder, que deja al Valencia dos puntos por debajo del objetivo Champions. Llega diciembre y con el invierno la hora de analizar qué puede estar faltando para estar más arriba y tomar decisiones en consecuencia. No hay excusa, todos los que a partir de hoy tienen algo que decir lo vieron en directo. Para colmo, el impresentable que no eligió peor día para lanzar una botella de agua a la cabeza de Messi.