Cada vez lo tengo más claro. Es más, lo tengo clarísimo. Y más todavía, entiendo que con la fórmula que les voy a proponer a continuación el Valencia sería mucho más fuerte. El asunto es sencillo. Tienes dos grandes delanteros, cada uno con sus cualidades, que se complementan a la perfección. ¿Negredo y Alcácer juntos? Pues yo creo que sí con firmeza. Es más, estoy convencido que si se lo preguntas a Álvaro y Paquito los dos estarán de acuerdo. ¿Dejar a los buenos en el banquillo? Eso es pecado mortal... y más en este caso cuando dos que son buenísimos se complementan a la perfección.

¿Cambiará Nuno?

Da la impresión de que el entrenador del Valencia se tiene aprendido un libro de memoria y que de ahí no le saca nadie. Nuno tiene un sistema entre ceja y ceja y eso parece innegociable. Ahora bien, si yo fuera Nuno, si yo fuera un entrenador en fase creciente pero que todavía estoy un poco verde para las grandes empresas (y Nuno es evidente que lo está... algo verde) me sacudiría de encima esa forma de plantear los partidos que parece innamovible y me lanzaría a probar cosas diferentes que es al fin y a la postre lo que hacen los entrenadores que tienen el culo pelado y que saben evolucionar.

El estilo Negredo

Don Álvaro es un tipo que destila oficio por los cuatro costados. Fíjense si creo en su fútbol y en su talante que yo ya lo veo como un hipotético capitán en la sombra. Y miren, Negredo no sólo es un gran delantero, también es un enorme referente sobre el terreno de juego... y fuera. Se mueve bien, juega de espaldas a la portería rival al estilo Penev y tiene un poderío físico descomunal. Un jugadorazo...al que posiblemente le vendría de perlas tener un rematador con el que compartir ataque.

El estilo Alcácer

Don Paco -yo a partir de hoy comienzo a archivar lo de llamarle Paquito- es posiblemente el mejor rematador del fútbol español hoy en día. Y se desmarca de cine. Y se ofrece siempre. Y por supuesto tiene el gol marcado a fuego entre ceja y ceja. ¿Y saben que pasa? Pues que un jugador del estilo de Alcácer estaría mucho más suelto y por lo tanto aún sería más peligroso si jugara con un Negredo a su lado. Cada uno a lo suyo, complementándose, y posiblemente formando una pareja tan letal como productiva.