Me divierto bastante al comprobar que muchos siguen sin enterarse que esto ha cambiado para siempre y parece que para bien. Ya he dicho más de una vez que no vale el chantaje porque ya no hay mediocres puestos por mediocres a cambio de favores mediocres. Ahora la amenaza cae en saco roto. Nos empeñamos en analizar la realidad de ahora con los ojos de la realidad de antes. ¡Error! El Real Meseta está interesado en Gayà y la noticia que llega a Valencia, desde el Marca, por ejemplo, -el Boletín Oficial del Real Meseta- es que Gayà jugará la temporada que viene en allí porque se ha empeñado Florentino. Y se quedan tan tranquilos. No hay más análisis que la voluntad del Ser Superior, que para algo lo bautizó así Butragueño. De nada vale que, por ejemplo, el Valencia haya rechazado hace unas semanas una oferta de 35 millones por Otamendi, haya blindado a Paco Alcácer con 80 millones de cláusula, quiera ponerle una a André Gomes de 150 y ya esté negociando con el propio Gayà la renovación de su contrato. De nada vale que Gayà sea valencianista -«es más choto que tu, Carlos» me dijo hace poco alguien que lo conoce bien-, de nada vale el proyecto ambicioso que tiene el club, que al frente haya gente válida como Salvo y Rufete, y mucha menos importancia tiene todavía que el Valencia lo haya comprado un tal Peter Lim que si miras en la lista de ricos del mundo está bastante por encima del Tito Floren. Para la Central Lechera todo eso son ´bufes de pato´ porque solo vale la voluntad de Florentino y la conveniencia del Real Madrid. Esto lo voy a decir sin ánimo de ofender, pero creen que en Madrid que el Valencia es como el Villarreal, que vende a Gabriel al Arsenal por 20 millones en una operación perfecta por otra parte. Insisto que no trato de criticar a los groguets, tienen su proyecto y lo hacen muy bien -desde es punto de vista Fernando Roig es intachable- pero el asunto es que el Valencia no es un club vendedor. El proyecto del Valencia está pensado para COMPETIR en mayúsculas en la Champions, está por ver si lo logrará o no, pero algunos no lo quieren ver porque parece que les moleste. Amigos, esto ha cambiado. El Valencia no vende más allá de lo que le conviene. Después de mucho sufrimiento, el Valencia tiene poderío económico para aguantar la embestida de cualquiera y no está aquí de comparsa. Esto va en serio, y la renovación de Gayà lo va a demostrar. ¡Preparaos!