El Real Decreto aprobado por el gobierno que podemos leer desde ayer en el Boletín Oficial del Estado arranca con una serie de justificaciones destinadas precisamente a eso, a justificar el por qué el gobierno se pone a regular un contrato entre entidades privadas. Después desarrolla una serie de medidas para el reparto del dinero que tienen bastante buena pinta, aunque al final nos baja de la nube con una disposición adicional según la cual si Barcelona y Real Madrid pierden un solo euro, todo lo anterior no vale para nada. La verdad, no anda lejos de lo que esperábamos, el Decreto establece las bases para un futuro reparto mucho más equilibrado que nos lleve a una Liga más competitiva, el problema es que la posibilidad de que eso llegue a ser así está en manos de Javier Tebas y su equipo de gestión, lo que sin duda no es una buena noticia. Por detrás hay muchos clubes que de entrada se van a beneficiar, con la venta conjunta percibirán más de lo que podrían soñar, pero ojo, para que clubes como el Valencia o el Atlético de Madrid puedan recortar de verdad la diferencia con Real Madrid y Barcelona los derechos de televisión tendrían que venderse por no menos de 1.500 millones, cuando el señor presidente de la LFP ya ha ido deslizando estos meses que aspiran a hacerlo por mil y que la Liga está en posición de inferioridad respecto a otras. Solo le falta pregonar a los cuatro vientos que el burro está cojo.