Si al comenzar el verano todos hubiéramos tenido que responder a la pregunta de qué posición debía reforzar el Valencia que en aproximadamente un mes se juega la temporada en la previa de la Champions, la práctica totalidad de los encuestados hubieran respondido seguramente que la portería.

Y, a día de hoy, han venido refuerzos en casi todas las posiciones menos en la portería. Quizá la portería del Valencia CF este verano sea una alegoría del fútbol actual. Quizá los fichajes a los que estamos asistiendo sean un fiel reflejo del camino que está tomando el fútbol.

Cada verano es más complicado asistir a la puesta en marcha de un proyecto estructurado y estudiado con sus altas y sus bajas.

En los equipos del segundo escalón -en el primero sitúo a Barcelona, Madrid, Bayern, Chelsea, United y alguno más que me dejo- se está más sujeto a la influencia de representantes por necesidad, que a las necesidades reales de su planificación.

No quiere decir esto que no haya clubes que sigan dando altas y bajas en función de un plan estudiado, pero son los menos. Es la realidad de un fútbol como el actual en el que los Mendes, Grupo Doyen y algún otro dominan el escenario de tal manera que hacen altamente complicado un sistema de altas y bajas como los que conocimos antaño.

¿Y eso es bueno o es malo? Oigan, pues no lo sé. Sí parece, a simple vista, que en este nuevo escenario el Valencia parece destinado a ser un club lanzadera de nuevos talentos. Que aún no siendo el escenario idílico para todos, bien es cierto que aparece como menos tétrico de aquel no tan lejano donde pugnabas para que Postiga y Pabón fueran tus refuerzos.

Desde la entrada del nuevo propietario todo ha cambiado. Incluso las perspectivas de los chavales de la Academia. Con la llegada al primer equipo de jugadores en un ratio de edad de entre los 19 y los 21 años ahora ya no se vislumbran tantas posibilidades como antes de llegar a la primera plantilla.

Y en todo este ´cacao´ tenemos la figura del portero que ha de venir. Nuno dijo hace una semana que las decisiones se tomaban conjuntamente. Aunque no especificó con quien formaba dicho conjunto...

Desde que se cayera la posibilidad de Rulli, la impresión es que este Valencia sin dirección deportiva se maneja más por las oportunidades que va ofreciendo el mercado sobre la marcha -las ganas de marcharse de Sirigu, la pelea de Valdés con Van Gaal-, que sobre un listado de candidatos elaborado en base a un perfil estudiado.

El caso es que estamos a poco más de un mes de que el equipo se juegue la vida en la Liga de Campeones a 180 minutos, y a día de hoy carece de un refuerzo en la base de la columna vertebral que lo hizo uno de los equipos más fuertes y complicados del campeonato. Y el reloj de la cuenta atrás, sigue corriendo...