El atletismo español volvió a quedarse ayer en estado de shock ante el presunto positivo de Josephine Onyia. Y no es para menos. Los tres precedentes de dopaje en su historial no invitan a pensar en la presunción de inocencia y de confirmarse definitivamente que su ausencia en Pekín se debe a un nuevo caso de dopaje, alguien deberá tomar cartas en el asunto. Y el primero debe ser Rafa Blanquer. Un club del prestigio del Valencia Terra i Mar „campeón de Europa en 2014 y 2015„ y con una cantera de más de 800 atletas no puede seguir confiando en Onyia. ¿No eran ya suficientes tres positivos para echarla?