Vimos durante muchos minutos un Valencia absolutamente indocumentado, demasiados minutos quizá, porque después del gol de Negredo que afortunadamente dejaba la primera mitad nula se imponía arrancar con todo desde el primer instante, sin regalar un segundo más al rival.

Si Nuno pretende que las rotaciones Liga-Champions funcionen tendrá que poner las pilas a toda velocidad a una serie de jugadores que vienen con un futuro espléndido, sin duda, pero una vez comienza la competición el presente manda. Y el presente dice ahora mismo que el primero de la lista de candidatos al descenso que pasa por Mestalla se lleva los primeros puntos, es sólo un aviso de lo que puede venir, porque la temporada va a ser durísima y con media hora de Parejo no va a ser suficiente.

El técnico también tendrá que llamar la atención a alguno de los recién renovados, porque para colmo uno de los supuestos veteranos y titulares del equipo decidió dar la nota en el momento menos indicado. Amonestado ya, advertido, perdonado y con cinco rivales rodeando al árbitro pidiendo su expulsión, no se le ocurrió nada más brillante que cometer a la jugada siguiente la torpeza de entrar por detrás y al tobillo en una acción sin ningún tipo de peligro, dejando al Valencia con diez hombres.

Lo peor es que tampoco se perdió tanto, sin él llegaron los mejores minutos del equipo incluso por su misma banda derecha y el equipo rozó el tanto de la victoria.