Sugiero que al aficionado que ha hecho un esfuerzo económico este año para abonarse y asistir al partido del Mónaco le permitan comprar sus entradas para la Champions sin un plazo limitado y tengan un poquito de comprensión con el abonado». Es sólo una pequeña parte de uno de los muchos mensajes que están llegando a la redacción como protesta por los precios que en su día decidió el club para la Liga de Campeones. Lo del plazo para el descuento por por haber asistido al partido de la previa, que a tanta gente se le ha pasado, no es más que un agravante. Con todo el respeto hacia las decisiones que habrá tomado el Consejo de Administración, el Valencia CF dirá que los precios son adecuados y seguramente que cambiar ahora el sistema para aplicar el descuento es complicado, pero algo habrá que hacer porque si hay una cosa que este Valencia no se puede permitir después de todo lo que hemos avanzado -además de jugar tan mal como el día del Depor- es que por fin regrese la Champions League a Mestalla y el rival se encuentre con media entrada en las gradas. Como antes. Pero más allá de las discrepancias por el precio hay otra constante en las quejas que es para preocuparse todavía más: la mayoría de la gente que acude a SUPER para decir lo que le pasa lo intentó antes con el Valencia CF.