Ayer Nuno fintó en la respuesta cuando se le preguntó a quién correspondía el favoritismo en el grupo H. Respondió que los cuatro tienen las mismas opciones para pasar de fase. Hombre precavido vale por dos. También se le preguntó cómo se podía parar a Hulk. Y aquí Nuno perdió una ocasión magnífica para habernos proporcionado a los medios el titular de la jornada en la Liga de Campeones. Llamadme friki pero debería haber respondido algo así como «a Hulk lo parará Batman; somos el murciélago» o «contamos con Spiderman y con Lobezno». En cambio contestó con el clásico blablablá de un entrenador correcto. Nada que objetar pero hubiera dado mucho juego. Tanto como la vacilada que le pegó al periodista ruso que le preguntó por Jaume. Nuno le contestó en ruso, para sorpresa de los periodistas, idioma que aprendió cuando jugó en el Dinamo de Moscú. Ya veis, no sabe pronunciar el nombre de su portero en valenciano pero habla ruso. Es una caja de sorpresas. Muchas lenguas se hablarán en el duelo de banquillos de esta noche, que Villas Boas y Nuno son políglotas.

Curiosidades al margen, claro que el Valencia está capacitado para acceder, incluso como líder de grupo, a la ronda de octavos. Por supuesto. Creo que en el sorteo resultó afortunado. El Zenit, que parece el gallito del grupo, no es el Shakhtar. Nada que ver. Y lo de la complicación del partido de vuelta por el viaje, el frío€ son excusas o tópicos del fútbol que compramos los periodistas. Además, se juega en noviembre y entonces el terrible general invierno todavía no muerde con agresividad. Unas plantillas y unos parches de calor -que son una maravilla, oye- y arreando. Luego están el Olympique de Lyon y el Gent, que tampoco aterrorizan.

No comparto tu entusiasmo, que es prefabricado. En todo caso soy optimista respecto a superar la fase de grupos y llegar indemne a la cara o cruz de los octavos pero es vital, como mínimo, volver a construir la coraza que le dio lustre al Valencia la temporada pasada. Alves y Otamendi fueron capitales y hoy no están. Con ellos no tendría dudas. Ahora bien, si el nivel de juego que exhibe el equipo en este arranque de temporada no mejora y sigue al nivel de aguas residuales que hemos visto en las tres primeras jornadas de Liga frente a tres equipos de medio pelo que transitan por la zona media-baja de la tabla, entonces Manolín, pienses lo que pienses después de ponerte a remojo en Pedralvilla, no habrá remedio porque, jugando a ese nivel, ríete tú de las lanzadas que ayer se llevó el pobre Rompesuelas. Y caer en la liguilla, con estos rivales, será un fracaso.