Triste. Solo vimos un Valencia competitivo en un trazado de la segunda parte. Y sí, ese trazado fue como tienen que ser los partidos Champions. Broncos, rápidos, arrinconando al rival y peleando el gol. Y sí también. Llegaron esos dos goles que por momentos parecían poner fin a este amargo debut en la Champions de este año. Pero fueron insuficientes. El Zenit, un equipo que tampoco demostró nada del otro mundo, si tuvo el atrevimiento de irse hacia la portería contraria en pleno acoso rival. Quizá fue esa la mejor lección táctica de los visitantes. Y sí, resultó práctica. En esa tercera acción ofensiva la escuadra rusa hizo el tercero y por ahí destripó un partido que ya nació destripado. Tristísimo debut del Valencia en la máxima competición europea y ante un rival relativamente asequible. Mal inicio del ´nou´ Valencia de Peter Lim.

Aburrido

El árbitro dio comienzo al inicio del duelo y yo no tengo muy clara la razón por la que pensé casi al instante que nos esperaba un partido raro y espeso. Y sí, convendrán conmigo que raro, lo que se dice raro, lo fue en todo momento. Raro e incomprensible. ¿Y espeso? Pues oigan, quitando esos minutos ya comentados de inicio de la segunda parte -bueno, inicio y también parte de esa segunda parte- el Valencia fue un equipo que estuvo a la deriva durante casi todo el encuentro. En la primera parte fue una escuadra adormecida, sin alma, incapaz de dar un golpe de autoridad en los morros de esa escuadra rusa que no parece nada del otro jueves. Pero no lo dió, el golpe, y él -el Valencia- se llevó dos trancazos de Hulk sin apenas merecerlos tampoco. El Zenit, seamos francos, tampoco demostró nada para adelantarse con un par de goles en el marcador.

El arreón

Nuno, ya en el descanso, debió pensar esta vez en serio que ya estamos en la Liga de Campeones de verdad y que aquí o trabajas para ganar o va y resulta que al final no vas a lograr vender a ni uno solo de tus jugadores. Y Nuno quiso lo primero. Quiso dar la vuelta al marcador e hizo los cambios que él considero pertinentes para ello. Entró don André Gomes -otra historia de futbolista- y el partido cambió por completo. ¿Del todo? No, no, no nos engañemos, del todo no. Primero llegó un sorprendente tanto de João Cancelo y luego el segundo de André Gomes...el del empate. ¿Y? Pues que miren, desde la ventaja de saber como ha acabado el partido yo hubiera firmado ese empate con los ojos cerrados. Remontar dos goles en Champions contra el líder del grupo es algo a tener en cuenta. Pero perder como perdió el Valencia se atraganta de forma miserable.

Lo que queda

Bueno, hoy ya es jueves y debemos ir pensando en otra cosa. El debut en Champion deja el dolor de un mal resultado pero la idea inequívoca de que si Nuno deja de jugar a ser ´ojeador´ para convertirse sin ataduras en entrenador puro y duro este Valencia tiene un margen de mejora enorme. Ayer, anoche, perdió ante un equipo menor con aires de grandeza como es el Zenit. ¿Y? Pues eso, que hay que mirar hacia adelante, ordenar bien la cabeza y sacar luego los puntos necesarios para continuar en esta Liga mayor. Ah, y por cierto, que pena que hubiera tantos asientos vacíos en Mestalla... y por vacío no estoy señalando con el dedo a los que no fueron. Ustedes ya me entienden.