Si a estas alturas pretendemos que el debate en torno a un equipo de fútbol, un entrenador o un futbolista sea única y exclusivamente futbolístico, es que queremos tirarnos de la higuera de cabeza. Repito, no es que acabamos de caer de una higuera, es que subimos a ella para tirarnos de cabeza al suelo con doble tirabuzón incluido. No seamos ingenuos, hay infinidad de factores que influyen en el debate futbolístico; para empezar es una cuestión de gusto personal, es decir, conozco gente que le gusta Bisbal y a mi me gusta Extremoduro, pero la música no genera debates a vida o muerte y el Valencia sí. Que te guste un futbolista, un entrenador o un presidente tiene, de entrada, un componente personal que alimenta el debate, a ello se añaden factores externos que mediatizan también la opinión, como el precio del jugador, cuánto tiempo lleva en el equipo -el nuevo recibe aplausos más ´baratos´ que el que lleva toda la vida- o cómo se comporta y gesticula el futbolista sobre el terreno de juego... ¡muchos! Y ninguno tiene que ver necesariamente con el balón. Y ahora resulta que los hay que piden coherencia a la afición y exige que de repente las críticas a Nuno sean estrictamente futbolísticas sin nada más; ¿fue una cuestioón deportiva la salida de Rufete yo Ayala? Solo hay una manera de terminar con el ambiente enrarecido, y es ganar partidos. Por otra parte, está por ver si el propio Nuno es capaz de soportar si quiera debate en lo meramente deportivo porque vistas, escuchadas y analizadas sus ruedas de prensa, es obvio que no y que le toca bastante las narices que salga un jovenzuelo con un micrófono a discutir sus decisiones ya que todas las decisiones «las tomamos por el bien del equipo...». Dicho esto, visto cómo está el ambiente y vista la probre entrada que había en Mestalla ante el Zenit, es buen día para volver a recordar qué se decía en la Meseta del entrenador del Valencia este verano: «Nuno ha conseguido una paz social y un apoyo al equipo por parte de la hinchada valencianista que no se había logrado ni con las formidables ligas de Benítez, ni con los buenos años de Quique Sánchez Flores, ni con los meritorios terceros puestos de Unai Emery». ¿Significa esto que si Mestalla no se llena es por culpa de Nuno? PD: Ayer esuché al periodista Javi Lázaro decir que uno de los problemas de la pobre entrada es la mala comunicación del club.... y tiene toda la razón.