Como en la mítica obra de Lope de Vega, parece que al comendador lo mató Fuenteovejuna, señor. Quiero decir que lo que Nuno amagó con decir el sábado en la rueda prensa post-partido lo dijo claramente ayer en la previa del partido ante el Espanyol.

Vino a decir algo así como: yo asumo los pitos de que el equipo no gane, de todo lo otro son decisiones que se han tomado entre todos. Por tanto creo que cabe identificar a esos otros. Quizá de esa manera Nuno no escuche más pitos que lo que le correspondan.

Quiero decir, ¿A quién le estorbaban Salvo, Rufete y Ayala? ¿Quién le pide a Peter Lim que los deje dentro del club como meras figuras decorativas y sin capacidad alguna de decisión? O sea, ¿Quién mató al Comendador? Pues atendiendo a las palabras de Nuno, parece que fue Fuenteovejuna, señor.

Porque si el entrenador del Valencia CF dice que el resto de decisiones que no han sido deportivas «se han siempre aquí de una manera conjunta» falta sabe quien integra ese conjunto. Y porque precisamente si ese conjunto son Mendes y Nuno -ojo, con el visto bueno de Peter Lim, no lo olvidemos- eso es precisamente lo que encabrona al personal.

Aparte de ver en Rufete y Salvo la parte valenciana del club -el nexo con la gente para no ir convirtiendo al Valencia en un club asocial-, lo que veía la gente en Rufete era un tapón al poder omnímodo de Mendes dentro del club por mediación de Nuno. Al irse estos y entrar Danilo, Bakkali, Mina, etc, la calle anda con la mosca tras la oreja. Y no digo yo que sean ciertas las acusaciones, pero que esto es lo que piensa el aficionado de a pie es una evidencia.

De ese modo, Nuno dio un paso al frente y se quedó sin escudos protectores. Consciente del poder y la confianza otorgados por el dueño, el entrenador dio un paso adelante. Y pese a que las cosas no han comenzado bien, todavía sigo pensando que es pronto para enterrar al entrenador que consiguió el récord de puntos del Valencia en la Liga. No puede ser que haya olvidado como manejar al grupo que tiene entre manos. Pero mientras la pelota no entre y el aficionado no sepa quien mató al Comendador, va a ser complicado aspirar a tener un buen ambiente en el entorno. Y también creo que esto último es muy necesario.

PD: absténgase de pontificar en debates sobre el comportamiento de la afición de Mestalla aquellos que no han acudido diez partidos seguidos al campo del Valencia en su puñetera vida. Es algo tan mezquino como calificar toda la obra de Da Vinci por haberle echado un vistazo de 10 segundos a la Gioconda.