Hablo de la página 2-3 de SUPER del miércoles. Y cuando hablo de la página 2-3 en realidad debería hacerlo en plural, es decir en las páginas 2 y 3. Y no me refiero a la crónica firmada por Pascu Calabuig. Sí entiendo que parte de los males que azotan al Valencia se encontraban sentados en el banquillo del equipo visitante en el Power8 Stadium del Espanyol. Apunten los nombres: Feghouli, Parejo, Alcácer, Barragán, Piatti, Negredo y Yoel. De esos siete -quiten a Yoel si quieren, déjenlo en seis- la temporada pasada casi todos estaban en el equipo titular. Nuno debió pensar que los males del equipo pasaban por hacer una revolución y cerca estuvo de ´revolucionarse´ él solito. El Valencia perdió de manera rotunda con un exiguo marcador: 1-0. Pero la imagen que ofertó está a años luz de la imagen que debió ofrecer. Un cero a la izquierda. Nada de nada.

Y con tu espíritu

Es obvio, cuando esto sucede todas las miradas se dirigen al banquillo. ¿Qué le pasó a Nuno para sacar ese once? ¿Cual es la razón que esconde el técnico para dejarse en casa -es decir, en Valencia- a tipos como Mustafi, Vezo y Lucas Orban? ¿No corrió excesivos riesgos este técnico novel en casa del Espanyol? Sí, sí y sí. Mi respuesta es clara a las tres preguntas. Nuno pecó de ingenuo o se quiso suicidar. En ambos casos la derrota escuece. Si el técnico fue ingenuo hablamos de un mal asunto nada fácil de resolver. Y si se quiso suicidar realmente puso toda la carne en el asador para lograrlo. El desastre fue mayúsculo. Y el Espanyol -al que respeto pero que no es nada del otro jueves- campó casi a sus anchas durante los noventa minutos. Si no llega a ser por Jaume la goleada hubiera sido de escándalo.

Otra vez la foto

Vuelvo a la foto... aunque esta vez permítanme que deje fuera a Yoel. Ahí están ellos, titulares todos o casi todos, con mala cara, apáticos, agónicos, desdibujados. Se les ve aburridos o más que aburridos algo desnortados. Nuno siempre habla bien de lo que ofertan sus jugadores. Pero la cruda realidad me indica que ya casi ningún futbolista cree en las palabras del técnico. Esos seis de la foto del miércoles -Feghouli, Parejo, Alcácer, Barragán, Piatti y Negredo- ofrecen una expresión penosa. Da la impresión de que no entienden nada. Y yo, si les soy sincero, y en este caso dejo fuera a los jugadores del banquillo, entiendo menos todavía. El Valencia se suicidó en el campo del Espanyol. Y lo más grave del asunto es que ofreció una imagen patética. Y sí, vuelvo a la misma pregunta de antes: ¿lo hizo Nuno queriendo -es decir, a mala idea- o sin querer? Si lo hizo queriendo me deja preocupado. Y sin lo hizo sin querer, o queriendo agradar, me deja más preocupado todavía.

Y ahora el Granada

Bien, vuelvo al presente. Y por presente entiendan el Granada. Hablo del futuro rival del Valencia que visita mañana el viejo coliseo de Mestalla. Un rival que tiene todos mis respetos pero que a fecha de hoy está a años luz del Valencia. ¿Y qué pasará? Pues primero pasará que Mestalla aplaudirá a los suyos y acto seguido atizará al técnico. ¿Y? Pues que nada, que lo que toca de verdad es sacar el partido adelante y sumar tres puntos como tres soles. Cualquier otro resultado sería como llamar a las puertas de Mendes para que se mueva, se lleve su comisión y rearme al equipo. En Barcelona, en el campo del Espanyol, lo que vimos fue un espejismo mal interpretado. Y sí, la foto de la 2-3 de SUPER de ayer sirve para todo menos para aplaudir a Nuno. Veremos qué pasa.