Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. La presencia de Nuno dirigiendo los destinos del Valencia se había convertido en una especie de insulto para todo el personal que anda medio enterado de cómo suceden las cosas. Simplemente, Nuno sobraba. A partir de ahí, o precisamente gracias a eso, el Valencia mira de nuevo a la actual temporada con otros ojos. Ojo, no digo con ojos de campeón. Sí digo que mira con los ojos naturales que siempre le son propios al Valencia. Unos ojos inquietos, nerviosos, de mucho sube y baja, pero unos ojos que viven el fútbol y entienden el fútbol con una pasión importante. Y eso, fundamentalmente eso, lo de la pasión o el creer en lo que estás haciendo, hacía mucho tiempo que Nuno lo había perdido de vista.

El futuro

No voy a perder un minuto hablando de posibles entrenadores. Pero sí lo voy a hacer intentando taponar heridas que aunque parece que nos son propias nada tienen que ver con nosotros. Miren, el tema es sencillo. El Valencia tiene la plantilla más joven de primera división y eso requiere un mando importante para llevar adelante tus anhelos. Y sí, Nuno se sintió sin venir muy a cuento el amo del calabozo y acabó por destrozarlo todo. El primero que no estaba a la altura de llevar una plantilla tan joven como la del Valencia era precisamente un entrendor tan joven e inexperto como Nuno. Y así han salido las cosas y así de desnortado ha dejado don Nuno a su equipo. ¿Hay tiempo? Pues les voy a ser franco. Yo creo que sí. El Valencia tiene futuro. Solo hace falta que al frente del proyecto no figure un proyecto de entrenador.

La irracionalidad

Miren, si tuviera que definir con una frase más o menos suave a Nuno lo tendría claro desde el minuto uno. Nuno ha sido fiel „incluso excesivamente fiel„ al hombre que apostó por él y lo trajo al Valencia. Según esa hoja de ruta, la hoja de ruta de Nuno Espirito Santo, siempre tenían preferencia los jugadores movidos por su agente intermediario y personal. Mendes no está en el Valencia, eso es cierto, pero su apuesta por Nuno fue tan contundente que el este debió quedarse con la sensación de que tenía que agradar en todo momento las inversiones de Mendes y acabó metiendo la pata de forma irracional. Les pongo un ejemplo, ¿era de recibo el cambio de la portería que hizo Nuno en el último partido de Liga? Pues no, obviamente no. Ni Jaume Domènech se merecía eso ni el propio Ryan volver al equipo. Fue lo que se llama vulgarmente una ´Nunada´, y de tantas ´Nunadas´ este equipo había perdido el norte y no sabía ni por dónde andaba.

Hay tiempo

Bien, una vez acabada la etapa de Nuno en el Valencia hay tiempo para casi todo, con excepción probablemente de la Liga de Campeones. Por ahí andamos perdidos y un sencillo equipo como el Gante está a un paso de mandarnos a la Uefita con toda justicia. Yo lo tengo claro: el Gante nunca creyó en su clasificación y al final con su juego en equipo tiene a nada conseguir un objetivo imposible. Y el Valencia, que lo tenía todo a huevo para pasar de ronda, posiblemente se va a quedar fuera fruto de su propia inoperancia. Y lo veo justo. Ahora bien, después de Nuno empieza una nueva etapa en el Valencia y bueno sería soñar desde ya con cumplir algunos objetivos. ¿Ganar la Uefita? Pues sí, recargar pilas, ordenar el equipo, utilizar a los jugadores en beneficio del grupo y no en beneficio de su agente y buscar nuevos objetivos. Más claro: miren, la Uefita para mi puede pasar a convertirse en doña Uefa al día siguiente de que nos quedemos fuera de la Champions. Y ojo, lo más importante, Nuno ya no está entre nosotros. Empieza un camino nuevo con nuevos retos. Y sí, yo sigo creyendo en este Valencia, pero con los pies en el suelo, sin chorradas.

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