Si el colegiado no le regala el gol al Athletic al conceder como buena una jugada que arranca con una mano clara de Susaeta, el Valencia estaría clasificado en estos momentos para los cuartos de final de la Europa League. El equipo de Gary Neville mereció la clasificación por méritos propios y el de Valverde se encontró con un regalo del árbitro. Así de sencillo. Pero esto solo vale para el partido de ayer. No sirve para nada más. El Valencia tuvo la intensidad y actitud necesarias, estuvo bien con el balón, y sus jugadores, inusualmente -o al menos algunos de ellos- , estuvieron a buen nivel en lo individual, cosa que en todo la temporada ha pasado muy pocas veces. Vezo, Santos, Santi Mina, Danilo, Fuego o Gayà merecen que se destaque su actuación. Si hasta podríamos hasta decir que como es habitual últimamente, el Valencia no ha tenido suerte, pero la suerte en definitiva es para quien la busca, y nosotros la buscamos poco. Por ello, prefiero hablar de intensidad y no de suerte, y preguntarme por qué ayer sí fueron intensos y antes de ayer y al otro no, y quien sabe si mañana. Esa es la pregunta clave.

La calculadora

La conclusión es que el señor árbitro no ha hecho más que consumar lo que se debe calificar como un fracaso absoluto. Y de los gordos. Tiempo habrá para repasar las causas de la lamentable temporada y tratar de adivinar sus posibles consecuencias, pero en lo que a mí respecta, todo esto tiene un origen y se resume en ´Rodrigo Caio contigo empezó todo´. Que coja el señor Peter Lim una calculadora y cuente el dinero que le han hecho perder sus amigos Jorge Mendes y Nuno. De verdad, este hombre tendrá mucho dinero, pero futbolísticamente hablando es un primavera.

Hay que salvarse

Lo que queda es triste pero no por ello menos importante. Ahora hay que salvar la categoría porque hasta que no lo vea de forma matemática no me da la gana creerlo. Les voy a decir una cosa que llevo mucho tiempo pensando pero me había negado a escribir casi por principios; espero que sin partidos entre semana, nos centremos en la salvación. El partido ante el Levante no es más que la confirmación de que la Europa League nos estaba distrayendo. Cuando miro el calendario me pregunto: ¿dónde y contra quién sumamos los puntos que nos faltan?

Caiga quien caiga

Un aplauso para Neville por el palo que les da a unos futbolistas capaces de jugar un derbi sin intensidad. Ahora lo que tiene que hacer es atreverse y poner a los que han corrido. Caiga quien caiga.

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