Peter Lim nos ha sorprendido a todos una vez más, lo hizo al fichar a Neville y ahora al despedirlo. O bien los dioses de la isla de Bali le han hecho ver la luz o han sido Layhoon y Suso García Pitarch, no es por ser irreverente pero tiene pinta de que ha sido esto último. Ambos tuvieron sus más y sus menos con el inglés después del partido con el Celta y no estaremos muy lejos de la verdad si pensamos que los dos estaban de acuerdo en destituírlo sobre todo si persistía en su empeño de marcharse con Inglaterra. Al menos ahora no ha estado sola como cuando Nuno, tenía de apoyo el criterio de un director deportivo. Al final retrasó unos días su marcha, pero se fue, una solución a medias con la que Neville demostró que el Valencia no era su prioridad absoluta, algo totalmente impensable en la situación que está el equipo y que dejaba al club en evidencia. Quedaba esperar a que el propietario tomara la decisión de mantenerlo hasta el último partido -o el próximo- o buscar un revulsivo de verdad. Falta saber hasta qué punto los jugadores han acabado por dejarse llevar por toda esta espiral de contradicciones y decisiones poco profesionales que se han tomado en este club en el último año y si están rodavía en buena disposición para arreglarlo. Ellos, hoy igual que ayer, son los que saldrán a jugar. Y una última duda. Más vale que Ayestarán sí esté preparado para el reto, cosa que tampoco sabemos.

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