Mestalla se ha cargado a Gary Neville. Ha bastado un cántico al unísono en el último partido disputado en el viejo coliseo, para que Peter Lim recapacite y se de cuenta de que así no podíamos seguir. El ‘fulano vete ya’ es implacable. Funcionó con Nuno y ahora con Neville, dos técnicos que, cada uno a su manera, han dejado el equipo hecho un solar. Ahora el desafío es para Pako Ayestarán, que debe conseguir la permanencia en los próximos ocho partidos. Simplemente eso. Si, además, juega bien a fútbol y sorprende con victorias que ahora mismo se antojan remotas ante Villarreales, Sevillas, Madrides y Barcelonas, quizá se pueda ganar la continuidad para la próxima temporada. Así de claro lo dijo Suso ayer.

Parlanchín Ayestarán

En su presentación oficial como primer entrenador del Valencia, Ayestarán habló más de la cuenta. Dejó perlas como que «la cultura actual del club no es suficiente» o «el club no tiene la infraestructura adecuada para dónde quiere llegar» refiriéndose a las ideas que le había trasladado Peter Lim en su encuentro en Singapur. ¿Qué necesidad tenía de contar esas intimidades? Lo que quedó claro es que Suso tiene poder. Lo dijo Ayestarán: «Suso va a ser la referencia”«. Lo recalcó Layhoon: «Suso tiene mucho trabajo este verano. Él verá las posibilidades y planes a largo plazo». Y lo ha demostrado Lim llamándole a capítulo en Singapur para ejecutar a su amigo Neville. Después, Suso demostró su elegancia cuando habló maravillas del inglés -«es uno de los mejores compañeros con los que he trabajado»- cuando todos sabemos que si hubiera sido por él, habría ido por el aire después del fatídico 7-0 en el Camp Nou. Al fin y al cabo, eso también es fútbol. Nunca sabes donde te van a llevar los caminos y si a la larga te vas a volver a encontrar con el comentarista de Sky Sports.

Cuentos chinos

El titular de la comparencia de ayer lo dejó la presidenta con su ya mítica frase: «No queremos convertir el Valencia en un club chino». Sublime. Pero para que el club no parezca precisamente eso, una réplica fabricada por chinos, habrá que cuidar detalles como el nombre. Club de Fútbol Valencia y Valencia Fútbol Club son nomenclaturas erróneas. Me duelen los oídos cada vez que un traductor pronuncia mal el nombre del club. Y no es culpa suya, sino de los los protagonistas que lo pronuncian mal. Neville también lo hizo. Y es una falta de respeto. Sí, está claro que en la cultura británica los clubes son FC. Pero resulta que no estamos en el Reino Unido. Señores de Meriton, el nombre oficial es Valencia Club de Fútbol. Respétenlo. Sólo así nos respetaran desde fuera. Vale, me he calentado. Quizá es una cosa sin importancia, pero ya me he quedado a gusto.

Sin escudos

El once que ponga en liza mañana Pako Ayestarán en el estadio Gran Canaria será muy significativo. Ya lo iba a ser con Gary Neville. Pero ahora quizá todavía más. Con Pako al frente, el status quo del vestuario cambiará seguro. Y ya no hablo sólo de capitanes. Sino de jugadores que con el inglés estaban ‘rebotados’ y ahora pueden recuperar crédito con el nuevo entrenador. Eso sí, a los futbolistas ya no les quedan escudos. No jugaban bien con Nuno -sólo en Balaidos-, ni han jugado bien con Gary -sólo contra el Rapid-. O sea, que saber jugar, saben. Esperemos que en esta recta final de temporada lo saquen a relucir aunque sea por egoísmo personal. La presidenta les lanzó ayer un recado muy explícito: «Que el equipo asuma la responsabilidad y muestre su máximo nivel de compromiso». A apechugar toca, chavales. Sólo así podremos tocar todos Las Palmas.

Más artículos de oponión de Vicent Sempere, aquí.