Carlos, yo llevo la senyera donde haga falta y cuando haga falta. Aquí está, guardada en la sede de la peña», me dice Ramón Ferriols cuando le pregunto por la enorme bandera que él y los miembros de la peña valencianista de Benetússer sacaron hace unos años, cuando el Valencia se jugaba la vida como ahora. Aquel día le ganamos 3-0 a Osasuna pero lo mejor fue lo que pasó antes de que comenzara el partido, Ramón y su gente fueron por la avenida de Suecia abanderando la llegada del autobús del Valencia desde el hotel donde estaba hospedado hasta el estadio. El valencianismo unido en ayuda de su equipo... son imágenes que tengo guardadas en la retina para toda la vida. Y de repente, Salva me envía un wasap en el que me dice que entre todos le hemos convencido y el domingo irá a Mestalla aunque lo hace con la esperanza de que no le dé un ´patatús´ de los nervios. Salva tiene el pase pero hace un mes que había decidido no renovarlo y no volver al estadio. No hay duda, esto marcha. Luego leo un tuit del compañero Nacho Cotino que dice que no entiende los llamamientos a la afición porque la afición es la única que ha estado a la altura esta temporada y me quedo un rato pensando en que tiene razón en eso pero lo que pasa es que no queda otra que encomendarse al valencianismo otra vez, porque creo firmemente que este equipo se va a segunda de cabeza si la gente manifiesta en el estadio todo la justificadísima indignación que lleva dentro. Javi Bausá es el realizador de Levante TV y se acerca al periódico para decirme que irá a Mestalla aunque tiene una comida, que le da igual y la ha cancelado, «pero lo hago por mí, no por los jugadores. Ellos son los culpables de todo» añade. No intento rebatirle porque no sé cómo aunque hace tiempo que llegué a la conclusión de todo lo que está pasando, tiene más culpa Peter Lim que los jugadores. Si lo piensas bien, creo que hay unanimidad en que el origen del problema deportivo que tiene el Valencia es Peter Lim, pero dependiendo de quién sea tu primo todo lo malo empieza en el proceso de venta o en Rodrigo Caio, y supongo que ya saben de sobra de qué lado estoy pero eso ahora es insustancial, por ello, mientras rezamos para que el colega de Singapur haya aprendido de sus errores, ¿qué otra cosa podemos hacer que no sea llevar la bandera? ¿Qué más podemos decir y que no se haya dicho? Pues eso...

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