El Valencia ha cambiado. Es obvio. Pako Ayestarán seguirá o no la próxima temporada pero es indudable que su Valencia es muy distinto al que heredó de Gary Neville. Del aburrimiento a la diversión. Del fútbol plano y poca cosa a otro fútbol de implicación e incluso de brillantez. De no ganar ni un partido en la época de Gary a este tres de tres de Pako Ayestarán casi en un visto y no visto. Y sí, el fútbol es así de caprichoso. Pero para serlo, para ser capaz de evolucionar en un tiempo récord casi inadmisible, el fútbol sorprendentemente es lo que es gracias a la cabeza y no a los pies. Y eso es lo fundamental y ese es el mérito enorme que ha logrado introducir Pako en un visto y no visto en toda su plantilla. Juegan bien al fútbol, juegan serio, juegan bien y además ganan los partidos. Es obvio que la plantilla no era tan mala. Y también es obvio que si juegas al fútbol divirtiéndote, si te lo pasas bien, llegan casi de inmediato los resultados.

Los goles de Paco

Ahora hablo de Paco, así escrito, sin una ‘K’ de por medio como se pone su entrenador. Hablo de Paco Alcácer, el delantero centro del Valencia que hasta ayer parecía enfadado con el gol y sus posibilidades. Y no, Paco estaba aburrido. No aburrido en el sentido de ser un mal profesional. Yo creo que estaba aburrido ante la insensatez de fútbol que proponía su Valencia. ¿Y? Pues que se ha visto de forma pública y notoria que cuando el Valencia cree en lo que hace y sabe lo que hace la presencia de Alcácer resulta absolutamente fundamental. Paco yo creo que estaba agarrotado de la época de Neville. Sin goles y con nervios. Y ayer le costó. Ayer el portero del Eibar atajó el penalti lanzado por Alcácer pero el rechace hizo renacer al delantero del Valencia. Metió el rechace en la portería, se tranquilizó y empezó a jugar al fútbol como lo hace un auténtico delantero internacional. Y sí, para Paco quedó clara una cosa: antes el Valencia no jugaba a nada. Ahora sí, ahora disfruta y como no podía ser de otra manera ayer disfrutó a lo bestia.

El partido de Pako

Dijo bien Ayestarán en la rueda de prensa de esta misma semana que a él no le hablaran de renovación, que él lo que quería es que se hablara de fútbol, del partido siguiente. Bien, respetamos —respeto— la opinión expuesta por don Pako. Es pronto para hablar de nada. Ahora bien, no me negarán que esta racha de tres partidos seguidos ganando y convenciendo a una parroquia como la valenciana —exigente y entendida... pero fiel como casi ninguna— aumentan el valor de Ayestarán de cara al futuro. Y sí, yo insisto. Al fútbol se juega con los pies pero manda siempre la cabeza. Y los pies de los futbolistas de don Pako son los mismos, lo que ha cambiado es su cabeza. Hasta ayer solo nos quedaba por ver la incorporación de un delantero centro a esta forma de disfrutar del fútbol. Y sí, Paco tomó con buen criterio la invitación de Pako y se marcó un partidazo a base de goles de esos que suben a lo bestia la autoestima.

Cancelo y Rodrigo

Cancelo y Rodrigo. O Rodrigo y Cancelo, pónganlos en el orden que quieran. Ayer se marcaron un partidazo realmente importante y por encima de todo se lo pasaron bien, disfrutaron del fútbol y de su juego de una forma incontestable. Los dos tienen talento. Ahora bien, son muy jóvenes y el cambio de entrenador les ha dado alegría y libertad para jugar al fútbol como solo juegan los grandes. Ayer se medían a un equipo que va a la baja pero que estaba por encima del Valencia. Y sí, lo bordaron y nos divirtieron como hacía tiempo que yo no veía. ¿Y? Pues algo muy sencillo. Si te lo pasas bien jugando al fútbol sacas todo tu talento. Y sí, ayer lo hubo. De casi todos pero especialmente de Paco, Rodrigo y Cancelo. De Paco ya les he hablado antes. Lo de ahora es hablar de lo bien que se lo pasaron Rodrigo y Cancelo. Magia pura. Y diversión. Y sí, esto está llegando con Pako... el de la ‘K’.

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