Fíjense que los nombres de futbolistas que suenan como futuribles para el Valencia proceden del Real Madrid o del FC Barcelona: Sarabia, Asensio, Cheryshev, Halilovic... En parte es lógico. Son dos clubes compradores que, a la hora de la verdad, desprecian sus canteras y muchos de sus talentos se quedan sin sitio en el primer equipo —salvo excepciones como Busquets—. El mejor ejemplo de jugador procedente del Real Madrid y que supuso un negocio redondo para el Valencia es Juan Mata. Coste cero, rendimiento alto y caja llena. Pero no siempre funciona este modelo: Sergio Canales lo demostró. Sí, está claro que se lesionó de gravedad dos veces, pero en sus escasos meses de salud deportiva no rindió al nivel esperado. En un término medio está Dani Parejo. Formado en las categorías inferiores del Real Madrid, don Alfredo Di Stéfano llegó a decir que era «el mejor talento de ‘La Fabrica’». En el Valencia, Parejo ha rendido a su máximo nivel con Ernesto Valverde, con Nuno en la primera temporada y este mes con Pako Ayestarán. Quizás su forma de jugar, quizás su pose, quién sabe si su cadencia, o tal vez su falta de liderazgo le han puesto en el punto de mira de una parte de la afición que históricamente ha encumbrado a jugadores con poco rendimiento y ha silbado a otros como Fernando, Farinós o al propio Parejo que han firmado estadísticas destacables. Como dice Carlos Bosch, si el mundo se dividiera entre parejistas y antiparejistas, pónganme en el primer grupo. Y si Sarabia, Halilovic o Asensio van a dar al Valencia un rendimiento similar al de Parejo, traiganmelos…

Cenizos

Yo no vi que el Valencia hiciera tan mal partido en Getafe, ¿qué quieren que les diga? Detecto mucho cenizismo a estas alturas, mucho sibaritismo después de haber vivido una temporada desastrosa en la que venía cualquier equipo a Mestalla y te daba un revolcón. El domingo en el Coliseum el Valencia salió a jugar al fútbol, a llevar la iniciativa, en un inicio similar al primer partido de Ayestarán en el banquillo ante Las Palmas en el Gran Canaria. Los jugadores demostraron tener actitud y pese a los dos goles en contra, buscaron la portería rival ante un rival que se jugaba la vida y mordió hasta la última jugada. Por cierto, en Getafe se van a acordar de Diego Alves la próxima temporada cuando visiten al Alcorcón en ese derbi por todo lo alto…

Objetivos

Otra cosa bien distinta es que haberte quedado sin opciones de alcanzar la séptima plaza te haga ver el panorama más negro que tres días atrás en la goleada contra el Eibar. La realidad es que el equipo es otro, tiene una idea de fútbol, una intención y, lo más importante, ha salvado la categoría. Suena fuerte, pero es la realidad. No olvidemos que hace cuatro semanas no veíamos al equipo capaz de puntuar contra ningún equipo y se ha conseguido ganar al Sevilla, al Eibar y al Barça en el Camp Nou con ‘jogo bonito’ incluido. Ayestarán es de la filosofía del ‘partido a partido’, que no la patentó el Cholo Simeone sino Rafa Benítez cuando entrenó al Valencia. Y esta manera de enfocar los partidos debe conducir al Valencia a tres retos inmediatos: 1. complicarle la Champions al Villarreal. 2. Reventarle la Liga al Real Madrid en el Bernabéu. Y 3. Golear a la Real Sociedad en el fin de temporada de Mestalla para saldar parte de la deuda que el equipo tiene con la afición. ¿Quién ha dicho que no quedan objetivos por cumplir todavía?

Ayestarán

No sé quién va a ser el entrenador del Valencia la próxima temporada. Quizás no lo sabe ni Suso García Pitarch, pero lo que tengo claro es que si el elegido es Pako Ayestarán el club no se habrá equivocado deportivamente. El vestuario alucina con el rendimiento inmediato que el técnico ha sacado del mismo en un mes en la dirección. Otra cosa distinta es el marketing. Ayestarán vende más bien poco. La llegada de un Manuel Pellegrini o un Jorge Sampaoli activaría la ilusión de una afición desencantada con tanto despropósito de Meriton. No quedan muchas semanas, tal vez días, para saber el nombre del elegido. Hagan sus apuestas. La mía, Pako Ayestarán.

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