Ha sido sincero Pako. Luego la pelota entrará o no y los resultados dictarán si la era Ayestarán es provechosa o no para el Valencia CF. Pero de entrada Pako podría haber pintado esas ruedas de prensa de un mundo irreal a los que tan acostumbrados hemos estado tan desgraciadamente en el Valencia CF. Podría haber pintado Los mundos de Yuppi que tantas veces nos pintó aquella exgloria del United tras cada ridículo en Liga la temporada pasada (ni mento su nombre, no hizo méritos para ello).

Aquello de que le hubiera gustado tener otra situación, le atañe a él y a cualquiera que esté mínimamente pendiente del equipo. Sobre todo después de que Suso hablara de muchos y significativos cambios en la plantilla con vistas al comienzo de la temporada 16/17. Hasta ahora eso no ha sido plasmado y, aunque siempre mantuve que a Suso habrá que juzgarlo una vez pase el verano, en ocasiones parece que sus excesos verbales en las puestas en escena públicas tienen pinta de añadir una presión excesiva.

Desde aquella frase (24 de mayo) todo el mundo anda pendiente de los «muchos y significativos» elementos de distinción en la plantilla que la diferencien en rendimiento y actitud de lo visto en la campaña anterior. Y visto lo visto, Pako también anda pendiente de ello. De si va a salir Diego Alves. De si Mustafi, Abdennour o Aderllan van a seguir o va a existir un éxodo de centrales, y van a venir nuevos para ajustar la defensa a menos de quince días de comenzar el baile.

Si va a llegar alguien que marque raya en el medio campo para ayudar y si va a llegar alguien delante para ayudar a embocar ante la meta contraria, ya que Alcácer sólo no es suficiente y pese a su progresión Santi Mina no se puede considerar un ´9´ de referencia.

Pako está expectante y todos nosotros también. Podría haberse ahorrado en público la frase (no es el primer entrenador que lo hace). Voy más allá, no sería el primer caradura que promete cosas y no las cumple. O incluso el primer sinvergüenza que te cuenta a ti que no hay dinero, que las cosas están muy mal y que hay dificultades con el fair play, pero en cuanto te pierde de vista se lo ofrece al primero que le interese. No, Pako ahí ha sido honesto y se lo valoro. Ahora falta saber si le arreglan el macuto o no (la sinceridad suele sentar muy mal entre los jefes malos y mediocres). Falta saber si le arreglan la plantilla o qué.

El domingo escribía que «la casa tiene goteras, y dónde están las goteras es una evidencia que todos vemos. Y cuando digo todos, no me dejo a nadie. El porqué no se llama a los albañiles para detener el problema es algo ya que se me escapa. A mí se me escapan las razones y al club el tiempo para arreglarlo. El problema está claro. Ellos verán qué es lo que quieren y cómo lo quieren». Varios días después me ratifico palabra por palabra. El problema básico es que mi ratificación llega después de transcurridos cuatro días, y con cada vez menos tiempo de maniobra.

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