Si por la noche mi menda lerenda fuera Baraja en vez de cuarentón con insomnio que busca entre los canales de la TDT a Sheldon Cooper o ´Crímenes imperfectos´ para desconectar porque mi mujer no me deja meterme en la cama con el mp3, intentaría tirarme en plancha para marcar el gol de mi vida en Mestalla. Y si por el día fuera Javier Bardem, con esa cara de loco que pone en sus películas que por otra parte no me gustan, habría conquistado a Penélope Cruz. O digo más, si midiera un poco más y pesara un poco menos me iría a Hollywood a buscar a Sofía Vergara y con ella recorrer Estados Unidos siempre contra el viento como Jack Kerouac en la canción de la Maravillosa Orquesta del Alcohol. Pero no, la realidad es que no llego a 1,60 y tengo problemas para quitarme los cada vez más quilos que me sobran. Y vivo en L´Horta Nord y este verano hasta he salido de la playa de Puçol por primera vez en muchos veranos porque en los anteriores solo dejé atrás ´la comarca´ para ir a los conciertos de Bajoqueta Rock, pero hace días estuve en Ávila en el pueblo de mi abuela entre gargantas de agua helada, paseos domingueros sobre un caballo con más años que yo y un chorizo de pueblo que quita el hipo, con lo que supongo que no me llegan ni el glamour ni la altura ni el chorizo para tener alguna opción de seducir a la diosa Sofía pero oye, mientras más lo digo más me convenzo a mí mismo de que algún día será, por mucho que de fondo escuche las carcajadas de mi neurona preguntona. No me llames iluso porque tenga una ilusión le digo. Y con esto no tengo la más mínima intención de ridiculizar a Layhoon y a García Pitarch, más que nada porque no dudo de que no quieren vender a Paco al Barça, es más, les creo a pies juntillas porque cualquiera que sea ejecutivo del Valencia y viva en Valencia no quiere vender a Alcácer ahora, pero la realidad es que querer no siempre es poder. Y es el caso. Si el señor Lim y Jorge Mendes no son capaces de entender que el Valencia no se puede permitir otro caso Rodrigo Caio, solo se me ocurren dos cosas; o que realmente son unos desahogados, o que recogen para marcharse. Y esto no es más que una interpretación, quiero decir que al respecto tengo información cero patatero. Lim es el dueño y podemos estar seguros que es capaz de cualquier cosa... incluso de traspasar a Paco Alcácer al Barcelona. Él sabrá lo que hace.

Más artículos de opinión de Carlos Bosch, aquí.