Por tercera vez voy a decir antes de que empiece la Liga que a poco que el Valencia acierte con el defensa central, o mejor dicho, a poco que mejore la defensa de la temporada pasada, el Valencia tendrá mejor equipo esta temporada que la pasada. Y sí, ya sé que tampoco es muy difícil porque fue ridícula y vergonzosa y el equipo daba pena, pero mejorar es algo, no sé si suficiente, pero algo. Ahora bien, una cosa es hacer mejor equipo y otra caer en la condescendencia, que en otras palabras significa acomodarse. Mestalla es exigente porque ha visto mucho fútbol y bueno, y porque entiende de este deporte. No soy muy de dar consejos porque denota una especie superioridad moral o intelectual que apesta, pero sí hay algo que les digo a los chavales jóvenes que empiezan en esto del periodismo -conforme lo voy escribiendo me doy cuenta de que estoy hecho una ´abuela´-: «Ten en cuenta cuando escribes del Valencia o cuando hablas en la radio, que quien te lee o te escucha lo mismo tiene el pase del Valencia 30 ó 40 años y ha visto jugar a Claramunt, Kempes, Mendieta, Baraja, Silva o Villa...».

¿Vales para el Valencia?

Con esto quiero decir que el valencianista tiene que seguir siendo exigente con el equipo, comprensivo cuando haya que serlo, pero exigente porque es uno de los puntos de apoyo desde el que se forma un equipo campeón. Hay muchos más, pero ser exigente e inconformista es bueno. El valencianista es exigente pero no gilipollas, no exige un equipo que quede campeón cada temporada por delante del Barcelona de Messi y compañía, pide que su equipo tenga las ideas claras y se lo deje todo sobre el terreno de juego. Eso no se negocia en Mestalla. Por eso, del mismo modo que al entrenador hay que exigirle que su equipo tenga las ideas claras y a los jugadores que lo den todo sobre el terreno de juego, al proyecto hay que pedirle estar en la Liga de Campeones la temporada que viene, o como mínimo pelear hasta el final, y que si no eres tercero o cuarto sea porque ha habido otros equipos que lo han hecho muy bien o porque ha faltado la suerte.

PD: Quien no entienda esa exigencia mínima desde el primer día no vale para el Valencia.

Sobre Paco

Lo último del caso Alcácer es que el Barcelona no se da por vencido, que piensa que el fichaje se puede hacer hasta el mismísimo día 31 de agosto y que confía en lo que tiene hablado o apalabrado con Peter Lim. El aficionado alucinará colores y con razón y nos echará la culpa a los periodistas porque hasta hace nada la información decía que Layhoon ha hablado con Lim y la operación está parada. Yo no digo que no esté parada, ojo, solo digo que las dos cosas son posibles, es decir, que las dos realidades pueden ir paralelas. Y mira que algunas veces somos los periodistas los que la liamos, o porque nos equivocamos o porque nos mola el lío en sí mismo, pero hay veces que la realidad es así de caleidoscópica, quiero decir, hay veces que la realidad tiene muchas caras y sobre todo, que las cosas pueden cambiar. Dicho esto, lo mejor que podemos hacer es pensar en el primer partido de Liga ante la UD Las Palmas y me voy a mojar, 3-0 con dos goles de Paco Alcácer.

Más artículos de opinión de Carlos Bosch, aquí.