Tres derrotas seguidas lleva José Mourinho con un equipazo como el Manchester pero, más allá del ruido, no parecen estar los responsables del United pensando en cargárselo ya a estas alturas. Además de ser quien es y de lo que cuesta, en el fondo tener un entrenador como él inspira confianza en que el equipo va a reaccionar por encima de una mala racha de resultados. El Valencia necesitaba también un entrenador con espalda suficiente para soportar situaciones así y por muchas cosas más, es algo que todos sabían en el mes de mayo aunque por una diabólica alineación de los astros acabaron renovando a Pako. De haber podido siquiera imaginar lo que iba a deparar el mercado, porque entraba en los cálculos ingresar una cantidad importante por André Gomes pero no por Alcácer y Mustafi, Suso García Pitarch no habría avalado la candidatura de Ayestaran ni por supuesto se le hubiera pasado por la cabeza hacer algo así a Peter Lim. O eso creo. Pero entre todos lo hicieron y así es como hoy el Valencia sigue atrapado por aquella decisión tomada en unas circunstancias excepcionales, sí, pero al fin y al cabo equivocada. Este equipo, y digo más, este club necesitaba un buen entrenador que además fuera algo más que entrenador, un líder, un motor. ¿Se habrán convencido ya de que el entrenador es lo más importante en el fútbol?

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.