La primera vez que vi el anuncio me dije, «¡nos ha fastidiado, yo tampoco tengo sueños baratos! Puestos a soñar, sueñas con la más guapa...». Supongo que lo recuerdan, es un anuncio que dice «no tenemos sueños baratos». Viene esto a cuento porque Prandelli ha dicho que él sueña a lo grande, y que si se trata de soñar, soñará que el Valencia le gana hoy al FC Valors. Vamos, que el colega Cesare tampoco tiene sueños baratos, lo que no sé si soñaba con la más guapa de la clase. Yo tampoco que conste, solo es una forma de hablar. O de escribir. El caso es que mientras escuchaba a Prandelli decir que sueña a lo grande y pensaba en la propaganda en cuestión -yo le he llamado toda la vida propaganda pero ahora mi hija se empeña en que lo llame publicidad, los publicistas son así de ´guayones´- me di cuenta de una cosa de la que no era consciente; hace mucho que no sueño con el Valencia.

Es más, ahora mismo, mientras escribo esto, soy incapaz de decir qué soñé la última vez que soñé con el Valencia y cuando lo soñé. Y me angustia reflexionar al respecto porque llego a conclusiones feas y duras; ¡he soñado toda la vida con el Valencia de manera regular y frecuente! Y ahora, cuanto más pienso, reflexiono y escribo, más me agobio porque tengo la sensación de que entre todos me están quitando los sueños del Valencia y es como si me quitaran un trozo de mí mismo, un trozo de mi pasado, de mi niñez...¡Cabrones! ¡Cabrones todos! ¿Puede haber algo más cruel? ¿Algo más macabro a que te quiten las ganas de soñar a lo grande? ¿Hay algo más jodido que no soñar que tu equipo gana? Soy del 74 y parte de esa generación perdida de valencianistas que despertaron al mundo con el Valencia en Segunda División y que ha pasado la infancia soñando con una final de la Copa y por eso con Rafa Benítez se frotaba los ojos porque no creía lo que había ante sus ojos... ¡Campeones de Liga! Me curtí en el sufrimiento y no podrán conmigo. Esta noche soñaré con el Valencia. Tengo un plan y no es caminar hasta que salga el sol. Este viernes noche ceno solo en casa, mi mujer se va con las amigas y mis hijas a su mundo. Y pensaré en Prandelli y en el gol de Rodrigo. Soy otra vez de Rodrigo. Y pensaré que Diego Alves le para un penalti a Messi. ¡Otro! Pensaré y pensaré antes de acostarme para soñar como Prandelli y la propaganda, a lo grande y sin miedo. PD: Hola, es sábado por la mañana y me espera el perro para ir a que nos dé el aire en la cara. He soñado con el Valencia a lo grande y no he soñado con la más guapa...

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