Escribo esta primera columna, la de mi estreno en SUPER, recién llegado de Vila-real, donde contra todo pronóstico el Osmanlispor turco se ha impuesto a uno de los mejores equipos de LaLiga. ¿Cómo es posible? Pues, básicamente, por intensidad, con una presión en zona de tres cuartos fortísima. También con un punto alto de agresividad y, por supuesto, con disciplina y la confianza que le dieron los goles. En el fútbol profesional el ritmo resulta determinante y en este sentido es uno de los grandes riesgos al que se exponen los entrenadores cuando alinean un once con siete u ocho cambios respecto al habitual. No se trata de una cuestión de calidad, porque el que puso Escribá tenía las suficientes garantías. Pero es indudable también que con Víctor Ruiz atrás como el único central fijo ciertos automatismos se resintieron. Y en ataque un futbolista como es Cheryshev está todavía sin la finura y el pico alto de velocidad que caracteriza a un atacante de los que marca diferencias.
Desde el banquillo
Pese a este inesperado traspié, aunque es cierto que en Turquía ya quedó claro que el rival tenía virtudes, el Villarreal está teniendo un inicio de temporada excelente y es de justicia reconocer el buen trabajo que está haciendo Escribá con lo difícil que fue el arranque. Fran es un técnico muy diferente tácticamente y a nivel de estrategia a Marcelino y en estos meses le ha dado su toque e impronta personal al submarino. En su estilo se prioriza más mantener la posición, incluso si para ello a veces hay que asegurar algún pase atrás con el portero, que salir en velocidad. Ambos son excelentes entrenadores, dos de los mejores de España.
De Bruno a Rodri
Hay un futbolista del Villarreal por el que siempre he sentido una debilidad especial y ése no es otro que Bruno Soriano. Hay pocos centrocampistas como él, un top auténtico que todo lo hace bien, capaz de sorprenderte eligiendo siempre la mejor opción, especialmente aquellas que son imposibles de ver desde fuera del campo y que él encuentra. Cada pase suyo es una lección. Sin embargo, de Bruno poco se puede decir que no se sepa ya. Por contra, pese a su juventud, quien sí que va a dar muchas sorpresas en el futuro es Rodri. Promete mucho y sus tablas son impresionantes. Pierde poquísimos balones y juega con seguridad. Con confianza y la madurez con la que irá tomando decisiones de riesgo en los partidos está llamado a ser un futbolista importante.
Espectacular Aduriz
Tenía grabado el partido del Athletic y no me ha defraudado en absoluto lo que he visto. Espectacular. Me estoy refiriendo, sobre todo, al incombustible Aduriz. Marque o no, de un tiempo a esta parte es el delantero más en forma del fútbol español y en la selección debe tener un puesto en propiedad. Lopetegui tendrá que buscarle un relevo, pero mientras que siga rindiendo a este nivel lo consecuente es que mantenga un hueco permanente en La Roja.
