Un día parece bueno y al otro bacalá pero en mentideros de prestigio incluso le ponen nombre y apellido. Ambos de tal calibre que no queda otra que fruncir el ceño y arrugar mucho la nariz: «¿Pero qué me estás contando?». Por ahora es sólo un rumor de mercado que va y viene, que engorda y adelgaza y que sube y baja sin llegar a desaparecer del todo. Un indicio que vincula al Levante con un fichaje que llegaría ahora pero con vistas a hacer carrera en Primera. El tiempo dirá, pero no hay duda de que una de las ventajas de ir tan lanzados al ascenso es que Tito y Carmelo tendrán tiempo de sobra para apuntalar un plantel que con unos retoques camparía a sus anchas por LaLiga Santander. Tal vez, por qué no, se esté aproximando el día y la hora de ir a por el Campaña, el Espinosa o el Roger de turno. Incluso, salvando las distancias, de abrirse al extranjero y jugársela por algún Zaza. Eso sí, no por el consagrado de ahora, sino por aquel por el que se pidió precio cuando acababa de llegar al Sassuolo y del que hablaba maravillas Pablo Fernández, técnico español al frente de los ojeadores del club italiano. Aquella fue, sin ninguna duda, la mejor época del que La Gazzetta bautizaba en 2014 como el Il Fenomeno de la Azzurra. Una versión que de repetirse en Mestalla será un seguro de vida para que el Valencia despeje definitivamente los fantasmas del descenso y que de aquí a unos meses volvamos a tener dos clubes en Primera.

Estirón de orejas a remiro

Volviendo al presente, la negociación que el Levante tiene encima de la mesa es la de Oier Olazabal. Un refuerzo que pese a su menor enjundia demuestra que el club no se anda con chiquitas ni en el portero suplente. En principio, lo normal es que se termine desvinculando del Granada y que haya luz verde para devolverle al Athletic a un Remiro al que Muñiz, por cierto, dedicó un importante estirón de orejas en pleno entrenamiento cuando se percató de que no estaba a lo que había que estar. Pensando en los movimientos de geopolítica con clubes como el vasco, mejor quedar bien ahora y el día de mañana rascarle la cesión de algún otro cachorro.

Colas este próximo verano

Lo que toca es hablar de entradas, aunque ojo con las salidas, porque con la temporada que se está marcando el Levante lo normal es que en verano haya cola por varios de sus jugadores. Si ya la ha habido en plena competición, qué no ocurrirá en el momento en el que Roger o Campaña estén de vacaciones. Del mejor delantero de Segunda y su vena goleadora hay poco que añadir, pero lo de que el sevillano no esté en Primera es también para fruncir el ceño: «¿Pero qué me estás contando?».

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