En 1993, en categoría femenina, ganaba el Maratón de València una leyenda del atletismo valenciano: Mónica Pont. Ese mismo año, nacía Superdeporte. Este año, por tanto, se conmemora el 25 aniversario de la fundación de nuestro diario -el diario deportivo de todos los valencianos-y de la última victoria de una atleta valenciana en el Maratón de València. Para mí, ha sido también un año de celebraciones: disfrutar un año más de la experiencia única y maravillosa de cruzar la meta de la pasarela azul es algo para celebrar. Mónica Pont, en 1993, completaba los 42,195 kms en 2:35:30.Yo lo hice ayer en 4:23:57. Casi dos horas más que Mónica, pero seguro que casi con la misma sensación de victoria. Esa es la grandeza del maratón: desde el ganador al último, todos nos sentimos campeones. Todos levantamos los brazos, todos notamos ese nudo en la garganta, esas ganas de gritarle al mundo que «sí, ¡que lo he logrado!».

Ayer entré en meta y conmigo entró también SUPER, porque este maratón va dedicado a todos los que cada día luchamos dando lo mejor de nosotros para hacer el mejor periódico posible, va por nuestros lectores, que 25 años después, siguen confiando en nosotros. Por ello, en meta entré llevando en alto uno de los carteles conmemorativos del 25 aniversario de SUPER, del que he tenido la suerte de ser una de sus imágenes.

Cuando Mónica Pont ganó el maratón, apenas participaban 2.000 personas. Ayer, éramos 22.000. Cuando Mónica Pont ganó, la participación femenina era casi anecdótica. Ayer, las mujeres volvimos a dar otro paso para reivindicar que sí, que nosotras ¡podemos!.

Fue un día de emociones, de vivencias inolvidables como el paso por el kilómetro 25, donde estaba el punto de animación de SUPER. Gracias a todos por vuestros ánimos, en especial a nuestro speaker de lujo, Javi. Gracias a mis compañeros de Enjoy, que muy cerca, encabezados por nuestro coach, Mario, estaban allí, dándome ánimos. Y por supuesto, a mis chicos: Javi, Iván y Victor, mis seguidores incondicionales. Gracias a mis colegas corredores de Navajas y del CA Navajas. Gracias a mi padre por estar siempre ahí y a mi madre porque aunque ya no está, sé que no anda lejos. Esto y todo, va por ti, mamá.

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