Apesar de algún que otro integrante del ´gremio del teclado y la alcachofa´, conformista irremediable que se dedica a pasar informes interesados a los futbolistas sobre quién, cuándo y cómo ejerce con ellos una labor crítica; los valencianistas tienen cantidad de razones para mirar al 2015 con la mochila cargada de optimismo y de ambición. En concreto, yo he calculado ocho. ¿Que por qué ocho? Porque un amigo me ha contado que el ´8´ es el número de la suerte en la cultura china. Y qué quieren que les diga, como más de un pesadito lleva un año diciendo que servidor es de Salvo, de Lim y de los chinos... -asiáticos de Singapur, aunque el abuelo de Peter emigró desde la China continental-, pues mis motivos son ocho para picar un poco a esos defensores de lo autóctono bajo el miedo de perder antiguos privilegios. Ocho razones por las que pedir al Valencia alegrías para su gente.

Dicen los moderados que la plantilla es muy joven, tanto como un proyecto que de la mano del inversor empieza a dar sus primeros pasos. Sí. Es verdad. Pero eso es una cosa y otra bien distinta es la teoría de los falsos moderados, los que llaman forofos y demagogos a quienes creemos que hay equipo para hacer algo más que acabar la Liga cuarto a 25 ó 30 puntos del líder. Incapaces de reconocer jamás un mal partido ni de exigir nada, ellos confunden el equilibrio con la felación continua. Por eso no les gusta cuando exigimos al equipo más de lo hecho en la era Llorente y manipulan al pregonar que algunos locos ya creíamos que íbamos a ganar el título en la jornada 7. Mentira. No se trataba de eso porque sabemos que es un camino en el desierto largo y costoso, pero después de 16 jornadas dónde estarían los chicos de Nuno de no haberla pifiado con el Depor, el Levante o el Granada. Disculpen si llevo unas semanas recordando estos tristes partidos. No lo puedo evitar, me duelen en el alma. Duelen, entre otras cosas, por el primero de mis ocho motivos, porque el Valencia compite con los grandes como grande que es, hasta el punto que hoy lidera una hipotética liguilla entre los siete primeros...y que se prepare el Real Meseta, como dice el colega de la guitarra.

Las siguientes razones se llaman Negredo, Otamendi, Mustafi, André Gomes, Rodrigo, Gayà y De Paul. Siete jugadorazos que no estaban la temporada anterior, siete nuevas armas con las que, al menos, soñar con una Copa del Rey. ¿O no? ¿Cómo no exigir algo más que lo que se le pedía a la tropa de Pabón, Postiga, Ricardo Costa y compañía?