Cuando una persona está dispuesta a escuchar y no se cree la más lista del mundo, con el paso de los años madura y tiene más conocimientos para sacar el máximo jugo a lo que tiene entre manos. En el VCF se está viendo un cambio respecto a la temporada pasada con Unai Emery, concretamente sobre la gestión del grupo en lo relativo al reparto de minutos. Y así conseguirá tener enchufado a todo el grupo en lugar de dividirlo. No sonaba nada bien en la época del VCF en la Europa League hablar del llamado ´Equipo B´ por las rotaciones que hacía, ahora se afronta un curso más exigente con la Champions y el objetivo mínimo de no soltar la tercera plaza en la Liga BBVA. A Emery no le ha temblado el pulso a la hora de darle descanso a Miguel, Albelda o Mata en el estreno de la Champions, pero así sabe que puede enganchar al Chori Domínguez —está dispuesto a recoger el guante y el trabajo defensivo que hizo en Turquía fue encomiable— y darle a Bruno el impulso definitivo para tenerlo ahí cuando lo necesite después de que este escuchara que Stankevicius ha llegado, en parte, por las dudas que presentaban sus tobillos. Si esta tarde juega Dealbert lo une para su causa. Emery tiene más fondo de armario y a la vez más exigencia, de momento está dando con la tecla a la hora de realizar los cambios de un partido a otro, consciente de que si no lo hace pueden llegar a la hora de la verdad sin aliento. ¿Y qué ocurre con la portería? César, César y César… hasta que el cuerpo aguante.

Otro aspecto que no ha pasado desapercibido entre jugadores y la dirección del club reside en la seguridad en la que se está moviendo; ya no tiene tantas dudas a la hora de tomar sus decisiones y eso se ha conseguido con la experiencia.