El equipo de El Puig de Fageca y Montesa se proclamó este domingo campeón del X Trofeu Frontó Diputació de València, el torneo que reúne a reputados profesionales del trinquet con los mejores especialistas del frontón valenciano. En la contra estuvieron Adrián III y Alejandro, representantes de Paterna, que cedieron por 41-28. La final tuvo lugar en el frontón municipal de El Puig.

La partida tuvo dos partes claramente diferenciadas. En la primera la igualdad fue máxima y las distancias en el marcador eran exiguas, si bien era la dupla de Paterna la que solía ir por delante.

En este tramo Alejandro fue el protagonista más destacado por su capacidad para multiplicarse por la cancha pero sobre todo por sus remates envenenados, la mayoría de preciosa factura. Detrás, Adrián aportaba seguridad, lo cual permitía el lucimiento de su compañero. En el bando contrario, tanto Fageca como Montesa daban la de cal y la de arena. El zaguero aguantaba el empuje rival levantando toneladas pero concedía tantos con errores no forzados mientras que el delantero se la jugaba una vez sí y otra también y alternaba tantos de fantasía con faltas que daban alas a los de Paterna.

El diluvio universal

La final estaba bonita y sobretodo emocionante y fue entonces cuando la amenaza de lluvia se hizo realidad. Pero era tal la tempestad que el fuerte viento hacía que el agua penetrase en el frontón, por los pocos resquicios que ofrece el recinto de El Puig, que está cubierto.

El líquido elemento llegó hasta la cancha y la final se interrumpió con 26-23 a favor de El Puig porque la integridad física de los contendientes estaba en peligro. Y mientras la organización deliberaba sobre las distintas posibilidades, aplazar, esperar o dar la final por concluida, el temporal remitió.

Entonces, una legión de miembros de la Penya Pilotaris Amics del Frontó del Puig, que son los que habitan el frontón, se pusieron manos a la obra para al poco dejar el recinto impoluto. Y la final continuó.

Este segundo tramo no tuvo nada que ver con el anterior. Fageca salió fortísimo y estuvo sublime soltando cañonazos teledirigidos. Y Montesa seguía a la suya, arriesgando, con la diferencia de que esta vez le salía absolutamente todo. Por su parte Adrián III y Alejandro intentaron contrarrestar este nuevo vendaval pero se vieron abrumados por la perfección rival.