El Trofeu Vila de Benissa se cerró con una final espectacular, en la que Pablo, Javi y Tomàs II levantaron el título después de una batalla titánica contra Pere Roc II y Félix (60-55). Fue una tarde de grandes ovaciones, pero hubo dos de las que ponen los pelos de punta: después de la igualada a 55 y, dentro de ese último juego, cuando el trío levantó un val-15 en contra y puso a dos. Poco importaba entonces el resultado final, porque el público se iba lleno de satisfacción a casa. En la lotería de los últimos quinces, fueron Pablo y los suyos los que acertaron. El trinquet de Benissa fue una fiesta.

Antes de ese incierto desenlace, la partida tuvo alternativas. El trío llevó el timón del marcador hasta el 50-40, momento en el que la pareja, con un Pere Roc II descomunal, anotó tres juegos seguidos para ponerse en lo que parecía un definitivo 55-50. Entonces llegó un derroche de facultades de los de azul, que lograron la igualada a 55 para ponerlo todo todavía más ajustado. La ovación en ese momento fue atronadora, porque los pilotaris se dejaron todo en la cancha y se disponían a jugar los últimos quinces al límite de sus posibilidades.

En el último parcial, los cinco sacaron fuerzas de donde no las había para pelear el título de campeón de un torneo que ha reanimado un trinquet hasta ahora en horas bajas. Se ha luchado mucho desde Benissa para que la pilota no se perdiese, y la final de ayer supo a premio para el club, para el ayuntamiento, y para el trinqueter Raúl Ivars. También para los pilotaris, que con su esfuerzo han contribuido en la recuperación de esta plaza histórica de la escala i corda en una comarca cuna de muchas de las grandes figuras de hoy en día.

Como conclusiones positivas del Vila de Benissa hay que sacar también la vuelta a los grandes carteles de Tomàs II. El de Xalò lo ha pasado mal, se ha operado del pubis y, después de muchos meses, vuelve a ser el punter decisivo que no tenía rival cerca de la ‘corda’. Dentro de su mismo equipo, tampoco olvidará esta final Pablo de Sella, a un gran nivel, y que sigue sumando alegrías en las competiciones de nivel profesional. El escaleter es un loco de este deporte, incansable en el trabajo diario para llegar a puntos cumbre como el que alcanzó este domingo.

El mejor del encuentro, a pesar de la derrota, y por muy poco margen, porque el nivel de todos se podría calificar de sobresaliente, fue Pere Roc II. El de Benidorm dio un recital de valentía, de juego al aire, de conocimiento a la hora de dirigir la vaqueta y marear al trío, además de aguante físico. El joven resto no se apocó a pesar de estar anunciado en pareja contra trío. Le ayudó en esa labor un veterano, Félix, que rivalizó en méritos con el otro mitger, Javi, también más experimentado. Ambos dieron la pausa a sus respectivos equipos en una partida que será difícil de olvidar para los espectadores.