Los aficionados congregados ayer en gran número en el trinquet Pelayo para asistir a la clausura del Trofeu Corts Valencianes de escala i corda salieron de la ´Catedral´ encantados por el espectáculo ofrecido por los seis protagonistas. El ´Socarrat´, galardón con el que se obsequió a los campeones, fue para Soro III, Salva y Carlos, que se impusieron sobre Miguel, Javi y Héctor II por el resultado de 60-55.

Durante los primeros compases no parecía que el nivel de la partida iba a ser superlativo. Y es que pese a que los dos equipos sumaban de manera alternativa desde el dau, eran Soro III y sus compañeros los que daban la sensación de sentirse más cómodos; también acababan el quinze con mayor solvencia que sus rivales y de ahí que la cátedra les señalase como favoritos al ´dar de diez´ en las apuestas.

Pero enfrente el gigante Javi comenzó a actuar como tal y apoyado en la seguridad de Miguel y en las oportunas apariciones de Héctor II lideró el cambio de rumbo, no solamente en las sensaciones sino también en el marcador. Y de la igualada a 30 se pasó al 30-40 favorable a Miguel y sus compañeros. En esos dos parciales el trío de Soro III fue superado claramente por pegada pero tras el mencionado resultado parcial Salva dio un paso adelante para cuestionar la hegemonía del otro mitger. Y el de Massamagrell se erigió en líder de la remontada para de nuevo poner las tablas en el marcador, ahora a 40 tantos. En el último tramo la partida no tuvo un protagonista destacado ya que los seis contendientes destaparon el tarro de las esencias. Los medieros apretaban, las puntas paraban pelotas de quinze y se sumaban a la fiesta anotadora mientras que Soro III y Miguel estaban sencillamente geniales en su labor de neutralizar las continuas embestidas. Los grandes beneficiados, claro, eran los presentes en el trinquet que de las ovaciones pasaron a los "olés" en reconocimiento a la faena que estaban firmando las seis primeras figuras de la vaqueta. Mención especial merece el juego en el que Soro III, Salva y Carlos pusieron el 55-50 a su favor. Fue interminable y los dos tríos dispusieron de un buen número de ventajas para sumar. Tras esto aún hubo tiempo de otra igualada, la definitiva a 55, antes del cara o cruz del último juego.