El ámbito profesional de las disciplinas de escala i corda y raspall está viviendo una revolución con la irrupción de un buen número de jóvenes pilotaris que cada vez adquieren mayor protagonista en los campeonatos oficiales y torneos de relevancia.

En la modalidad de aire el componente más destacado de la savia nueva es sin duda Puchol II, que a sus veinticuatro años recién cumplidos ya lleva varias temporadas generando admiración y acumulando títulos; los tiene todos menos el individual.

Pero detrás del de Vinalesa llegan otros valores empeñados en cuestionar la hegemonía de los Soro III, Genovés II, Félix, Dani y compañía.

Pere Roc II es otro que lleva tiempo haciendo ruido pese a contar con solamente veintiún años pero ha sido esta temporada cuando ha explotado hasta el punto de convertirse en un habitual de los mejores carteles.

Algo parecido sucede con Santi, que acumula veinticuatro primaveras. Su juego no llega a ser tan espectacular pero el de Silla ha sido requerido en este año para participar en los eventos más importantes porque su regularidad está garantizada.

Otros jóvenes por debajo de los veinticinco años que se han asentado y que probablemente se convertirán en referentes en un tiempo son Monrabal y Carlos de Genovés. Ambos son decisivos en la punta pero su aspiración es triunfar como mitgers.

Y los hay que aún no han dado el salto al profesionalismo pero que apuntan muchas maneras. En este escalón previo al ámbito profesional la nómina es muy amplia, afortunadamente. Los más representativos en la actualidad podrían ser Francés, Pablo de Borriol, Marc de Monserrat, Guillermo o Conillet, que cada vez alternan con más asiduidad con los primeros espadas.

También en Raspall

En el raspall la media de edad de los profesionales es bastante más baja y pocos primeros espadas superan los treinta años; la gran mayoría de los jugadores consolidados oscilan entre los veinticinco y los treinta.

Con veinticuatro años, Moltó es la excepción más significativa. El de Barxeta le ha arrebatado la condición de número uno a Waldo tras varios lustros de hegemonía del de Oliva. Otros nombres que merecen ser destacados por su indiscutible protagonismo en los últimos tiempos son los de Brisca e Ian.

El mitger de Oliva ha progresado una barbaridad en meses. Su físico privilegiado y la potencia que imprime a sus acciones le han catapultado. Ahora debe mantenerse. Del resto de Senyera, que acaba de cumplir veinte años, la teoría dice que será uno de los grandes a corto plazo ya que domina todas las facetas del juego.

Sidahmed es otra de las jóvenes realidades. Y por detrás aprietan bastantes más: Pablo de Barxeta, Tonet II de Genovés, Pau de Piles...