Este fin de semana pasado nos ha dejado una clara vocación por la competición. El final de la temporada está cerca. Hay 51.000€ en el aire, que se disputarán en la gran final y nadie quiere quedarse fuera del famoso G-20, los 20 mejores de la liga. Un mes y medio, último sprint por hacerse con una silla.

En Campus Poker, 81 jugadores se enfrentaron por repartirse los 1.924€. Los dos primeros, Santos Piña y Salvador Muro pactaron a partes iguales, 430€ por persona. Justo por detrás, vimos a uno de los grandes, Enrique Lanzuela, sólo un día después de terminar segundo en Terminator Poker€ Parece que ha vuelto para quedarse.

Win The Button reunió a 52 jugadores y 1.816€. Este torneo nos dejó con buen sabor de boca y hasta con mareos por la tensión vivida en los niveles finales. Antes de llegar ahí cayeron Salvador Muro, uno de los finalistas del Campus Poker, en séptima posición, y Cañizares en sexta, que esta semana terminó cuarto en Deep Stack. Los tres primeros, un trío de jazz que hace las delicias de cualquier público, José Giunta, Celia Úbeda y Ascensión González pactaron por los puntos de la liga y jugaron por la pasta italiana. Curioso que una vez que se acerca el final de la liga, se den pactos por los puntos y no por el pot€ los puntos parecen tener más importancia ahora. A partir de ahí, la cosa no fue apta para cardíacos€ all in, all in, y otro all in€ a ritmo de infarto nos llevaron estos tres grandes del poker valenciano, hasta que José se deshizo de Ascensión gracias a una escalera del As al 5 y Celia cayó con su mano favorita, las dos damas.

El domingo pasado, la jornada transcurrió de forma totalmente diferente. Pactos por la mañana y pactos por la noche. En Poker paella, Florin Brinza, David García, Alejandro Aguade y Carlos Moreno se repartieron el pot. Santos Piña, ganador del Campus Poker quedó en sexta posición. Y por la noche, en el torneo exclusivo de señoras, pacto entre Antonia Gallego y Esperanza Requena de forma proporcional a sus stacks.