"Quiero informar que desde el 31 de diciembre de 2008 no formo parte de ningún equipo profesional, no ejerzo la profesión de ciclista y ni siquiera tengo licencia de corredor en ninguna de las categorías federativas a las que tendría acceso", afirma en un comunicado.

"Considero una intromisión en mi vida personal el hecho de que la UCI exponga públicamente mi nombre en relación a un asunto que ya no me afecta por cuanto yo ya no soy ciclista profesional", añadió.

Lobato ha aparecido en una lista de la que también formaban parte los españoles Igor Astarloa, ex campeón del mundo, y Ricardo Serrano además de los italianos Pietro Caucchioli y Francesco De Bonis.

El presidente de la UCI, Pat McQuaid, había anunciado la semana pasada el anuncio de las primeras víctimas del pasaporte biológico, un sistema que mide los parámetros sanguíneos de los ciclistas a lo largo de toda la temporada y detecta cambios bruscos que pueden deberse al consumo de sustancias dopantes.

Lobato ha manifestado en el mismo texto que durante 2008 se sometió a diez controles ninguno de los cuales dio positivo, resaltando que durante su carrera nunca tuvo un expediente abierto.

"A lo largo del 2008 me sometieron a diez controles para el pasaporte biológico, todos ellos realizados fuera de competición, que pudieron ser revisados por la UCI, WADA y por el equipo, siendo considerados todos ellos negativos y por lo tanto en ningún momento he tenido ningún expediente abierto ni en el 2008 ni en los 8 años de mi trayectoria deportiva", afirma.

"A comienzos del 2009 comuniqué a la UCI que no seguía como ciclista profesional ante las continuas cartas que recibía para que siguiese enviando mis datos de localización", añadió.

El ex corredor asegura que lo anunciado por el organismo ciclista ha hecho daño a su imagen y a su honor y que el asunto ya está en manos de sus abogados.