Prácticamente una semana después de que lo hiciera su contrincante, y a las puertas ya del histórico match, Gary Kasparov aterrizó ayer domingo anoche en el aeropuerto de Manises procedente de Oslo, donde ha estado entrenándose para la revancha con Karpov junto al niño prodigio del ajedrez mundial como curioso sparring. Pese a que el grueso de su preparación para el match lo ha completado en Croacia, Kasparov se trasladó a Noruega para entrenarse con el joven Magnus Carlsen, al que en otras ocasiones ha preparado él con el objetivo de convertirlo en el mejor jugador del mundo. Sin embargo, ahora los papeles se han invertido para que el ´Ogro de Bakú´ desempolve su destreza con miras a las partidas rápidas y semi-rápidas contra Karpov.

Con tan sólo 18 años y un enorme potencial, Carlsen es la auténtica promesa del ajedrez mundial. En 2004 se convirtió en Gran Maestro con 13 años y pese a su corta edad ha sido capaz de hacer tablas con el mismísimo Kasparov e incluso imponerse a Karpov.

No obstante, en la delegación que acompaña a Kasparov durante sus días en Valencia no estará Carlsen, pero sí su inseparable madre y consejera, Clara Kasparova, la persona que le inculcó la pasión por el ajedrez en su infancia y que siempre le ha acompañado a todos los torneos de nivel en los que ha participado, una muestra más de lo muy en serio que se toma esta revancha. Kasparov, curiosamente, adoptó el apellido materno en 1975 en detrimento del de su padre, Weinstein, fallecido cuando tenía siete años.

Por su parte, Karpov lleva ya prácticamente una semana en la recta final de su ambicioso entrenamiento, para el que se ha concentrado en unos aislados apartamentos junto a la costa, en una de las máximas alturas posibles, tal como era su deseo. Para la ocasión, ´Tolia´ se ha rodeado de un grupo de entrenadores de primer nivel, formado por los campeones Bologan (Moldavia), Onischuk (Ucrania) y Riazantsev (Rusia), quienes han puesto a punto sus movimientos también con la ayuda de ordenadores.