A Genovés II se le quebró la voz cuando dedicó el título a su amigo y gran aficionado José Luis Richart ´El Blayo´, «el más ´cavaller´ que ha pisado un trinquet», describía, que falleció el pasado 4 de marzo. José miró al cielo tras conseguir el último quince, y al levantar el trofeo en el palco, al tiempo lo envolvía el entorchado con la cinta negra que ha lucido en las últimas partidas. «Ahí se quedará para siempre, va por él», sentenció.

El tricampeón estaba exultante tras conseguir el título: «Para mí era inimaginable hace 15 años pensar que pondrían mi nombre al lado de los Sarasol, Genovés o Álvaro. Es todo un honor», comentaba emocionado.

A José no le sorprendió tanto el desarrollo del encuentro de ayer: «Sabía que Salva iba a estar bien, y sabía que si estábamos a la altura, podíamos ganar. Alcàsser es un gran equipo y lo han demostrado llegando hasta aquí, pero nosotros sabíamos cómo ganarles, buscándole los pies a Oñate y no dejando que ni él ni Javi entrasen en juego», desveló el jugador.

Genovés II se abrazó primero a sus dos compañeros de aventura, y luego, a su padre, que siguió la partida desde el palco: «Sufre mucho. No quiso venir a Pelayo. Yo he estado en su sitio, y desde fuera es mucho más difícil que desde dentro. Para mí, ganar es lo máximo, pero creo que para él es todavía más», explicó

La ambición de Nacho

Nacho ha realizado ya algunas declaraciones a lo largo del campeonato que son para enmarcar. Ayer soltó otra perla que le retrata como figura de este deporte. Preguntado por qué significaba para alguien tan joven como él ser campeón de la máxima competición por equipos respondió: «Ganar el Circuit Bancaixa no era un sueño, era un objetivo. Mi sueño es ser el mejor, pero todavía me queda. Ahora ya tengo un Bancaixa. A ver si puedo ganar alguno más». Y punto.