El español David Ferrer, clasificado para los octavos de final del Abierto de Estados Unidos, señaló que es como "un regalo que no esperaba" volver a estar en los diez mejores de la clasificación mundial, posición que abandonó hace dos años, cuando llegó a ser el número 4 mundial.

"Llegar a ser un 'top-ten' está difícil, es muy complicado y para mí es un regalo porque, si soy sincero, no me esperaba ni estar cerca, pero lo he conseguido. Hubo gente que dijo que no volvería a estar ahí, pero la vida a veces te da una segunda oportunidad para volver", explicó.

Tras superar a su amigo Daniel Gimeno-Traver en tercera ronda, el próximo rival al que se enfrentará es Fernando Verdasco, del que dijo que en este tipo de superficies es favorito.

"El favorito ahora mismo es Fernando, porque creo que en pista rápida juega mejor que yo. Cuando juego contra Fernando, creo que depende más de cómo esté él, es un grandísimo jugador y depende de cómo esté tenísticamente", indicó.

"Fernando siempre es un rival muy difícil y complicado porque tiene mucha calidad. Siempre hemos jugado partidos muy duros y va a ser un partido muy importante para los dos, porque estamos muy parejos en la 'race'", agregó.

Ferrer reconoció que, una vez inmerso entre los diez mejores del mundo, sueña con volver a jugar la Copa Masters, de la que fue finalista en 2007.

"En un principio no pensaba que pudiera jugar el Masters, pero ahora que estoy cerca es algo que te motiva, mi otro objetivo será intentar acabar el año como top-ten'", concluyó.