New England Patriots y New York Giants se miden en la madrugada de mañana al lunes (00. 0 horas, Canal + 1) en la 46ª edición de la Super Bowl, la gran final del fútbol americano y que estará marcado por el enfrentamiento por Tom Brady y Eli Manning, dos de los mejores quarterbacks del campeonato y por el ánimo de revancha de los ´Pats´ por lo sucedido hace cuatro años. En 2008, los Giants llegaban a la gran final con el papel de víctima ante Brady y sus chicos en Phoenix, pero sorprendieron a los por entonces favoritos, que se presentaban a ese encuentro invictos en toda la temporada, y se impusieron por un ajustado 17-14.

Más de 100 millones de personas estarán pendientes del partido y de las cuatro horas de televisión con constantes interrupciones: Así es la Super Bowl, un perfecto escaparate publicitario donde un espacio de 30 segundos cuesta 3,5 millones de dólares. En Estados Unidos es el evento televisivo del año por excelencia es la excusa ideal para reunir frente a las pantallas a familias, amigos e incluso a quienes ese deporte no les atrae Hay quien disfruta más debatiendo acerca de cuál es el más ingenioso de los anuncios. La edición de 2011, se erigió en el programa más visto de la historia en Estados Unidos con una audiencia superior a los 111 millones de televidentes.

Espectáculo en estado puro

A lo largo del choque que se celebra mañana en Indianápolis entre los New York Giants y los New England Patriots se verán decenas de anuncios de marcas de coches, bebidas, portales de internet y próximos estrenos cinematográficos. Además en el descanso habrá un show protagonizado por Madonna, que dispondrá de 12 minutos para interpretar cuatro canciones, entre ellas ´Give Me All Your Luvin´, el primer sencillo de su nuevo álbum, ´MDNA´. La diva se asegura así una buena salida al mercado. Sin ir más lejos, The Black Eyed Peas vio cómo las ventas de su canción ´Where Is the Love´ aumentaban en un 332 por ciento tras la actuación en 2011.

Los descansos de la Super Bowl han dejado actuaciones históricas. Algunas por su calidad, como la de Michael Jackson en 1993, y otras por la polémica, como la de su hermana Janet en 2004 cuando enseñó un pecho durante una actuación.