La selección española de fútbol sala fue recibida ayer por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, que agradeció al equipo la consecución del sexto título europeo, el pasado fin de semana en Croacia ante Rusia, y se comprometió a ir a verla cuando juegue la final del próximo Mundial, en noviembre en Bangkok, donde auguró que «va a arrasar».

Wert ofreció una recepción al equipo en la sede del ministerio, donde estuvieron todos los integrantes de la selección salvo el valenciano Kike Boned y Cristian, y a la que asistieron también el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, y el presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala, Javier Lozano, entre otros.

«No tengo más que cosas que agradeceros. En esta casa no todos los días tenemos la oportunidad de contemplar un trofeo europeo. Para vosotros es una costumbre. Habéis demostrado que esta costumbre de ganar se ha convertido en hábito y me parece que lo tenéis que mantener y perfeccionar», dijo. El ministro les agradeció haber acudido al ministerio después de un largo viaje, y especialmente al capitán Luis Amado, a quien obsequió con unas deportivas para bebé, ya que fue padre de una niña durante el Europeo disputado en Croacia. «Nos pusisteis el corazón en un puño. No le hagáis esto a un ministro que los únicos ratos que tiene son los que le dan los deportistas», dijo en tono de broma, antes de asegurar que le gustan los tanteos de ocho goles de diferencia e invitar al equipo a acudir al Mundial de Tailandia con la idea de ganar esa renta.

Wert recibió de manos del seleccionador, José Venancio López, una camiseta de la selección con el número 12 firmada por todos los internacionales.