Durante ocho siglos, la pelota a mano ha convivido con el pueblo valenciano, paralela a su desarrollo y a sus diferentes momentos históricos. La han jugado nobles, plebeyos, reyes, ricos, pobres, gente de ciudad y de pueblo, incluso políticos de hoy en día la practican, cuando la profesionalización de los pilotaris de algunas modalidades ha alcanzado cotas nunca vistas. La pilota valenciana sobrevive, aunque no siempre ha gozado del favor popular. La competencia de otros deportes y diferentes formas de ocio la ha convertido en minoritaria y desconocida para una parte importante de la sociedad valenciana.

Para subsanar este déficit nació hace 10 años el Museu de la Pilota de Genovés de la mano de esta localidad cuna de pilotaris y su alcalde, Emilio Llopis. Y para acercar todavía más al pueblo valenciano a su deporte, este museo se ha asociado durante los dos últimos años con el Museu Valencià d’Etnologia y han creado ‘Faixa roja, faixa blava: la pilota valenciana’, una exposición que refleja toda la riqueza de este juego convertido en deporte.

Hasta marzo de 2014, la exposición permanecerá en la Beneficència y, a partir de entonces, viajará a diferentes localidades repartidas por toda la geografía valenciana. Incluso existe la posibilidad de llegar más allá porque, según explica el comisario de la muestra y director del Museu de Genovés, David Sarasol, hay interés por ella en el País Vasco y en Barcelona.

La riqueza de un deporte

La pilota valenciana no es un deporte al uso. Existen más de media docena de modalidades que todavía hoy se practican con asiduidad. Cada una de ellas tiene sus particularidades, unos actores que entran en juego en las partidas, unas normas y unas canchas o recintos de juego diferentes. Todas ellas, además de algunos que se han perdido, quedan reflejadas en esta muestra que, además, rinde homenaje a los grandes mitos del raspall, la escala i corda, el frontón o la galotxa.

Se explica, además, cómo se fabrican los elementos del juego esenciales, las pelotas, o cómo son los recintos donde se practica cada disciplina y qué nombre recibe cada parte del trinquet, la calle o el frontón. ‘Faixa roja, faixa blava’ invita también a reflexionar sobre lo que ha avanzado este deporte, a pesar de que sus estructuras son arcaicas y sus gentes, por lo general, algo conservadoras. Así, se muestra la indumentaria de mediados del siglo pasado y la actual, un elemento en el que se observa el enorme salto adelante que ha dado la pilota en unas cuantas décadas.

El nombre de ‘Faixa roja, faixa blava’ no está elegido al azar. Tal como explicó David Sarasol en la presentación de la muestra, la ‘faixa’ es el único elemento común a todas las modalidades de este deporte y es, al mismo tiempo, el rasgo diferenciador entre los dos bandos de una partida. E incluso eso ha cambiado con el paso del tiempo, ya que ahora, por demanda de la televisión, los pilotaris también se diferencian por el color de la camiseta. Todos estos cambios y evoluciones, mezclados con elementos heredados de la noche de los tiempos, se reflejan en esta exposición, que deja al descubierto todos los encantos de la pilota e invita a la reflexión sobre su futuro.

Una década del museu de Genovés

El 16 de diciembre se cumplirán 10 años de la inauguración del Museu de la Pilota de Genovés. Desde cinco años antes, David Sarasol trabajó para reunir todo tipo de objetos relacionados con este deporte, con su historia y su diversidad en un ingente trabajo que ha dado como resultado un fondo a disposición de todos los valencianos. Sarasol calcula que el Museu almacena y expone más de 2.000 objetos únicos. En esta primera década de vida, unas 50.000 personas han visitado las instalaciones anexas al trinquet de Genovés.