El Levante UDDM arrancó su camino por la Primera División de forma espectacular. Aunque no se pudo sacar un resultado positivo, los azulgrana demostraron su poder de convocatoria y las ganas que tenía a afición valenciana de disfrutar del Fútbol Sala de élite. 4.623 personas se dieron cita en el pabellón de La Fonteta para arropar al equipo en su debut ante el Barcelona. Una cifra que ni ellos mismo se podían creer, sin embargo para el próximo partido, los valencianos tienen que volver a la pista de El Cabanyal que, pese a que se ha remodelando en busca de ampliar el aforo, no llega a los 1.300 asientos, una cifra muy inferior a la que el club considera que puede convocar.

"Socialmente fue un éxito para el club. Meter 4.600 personas en La Fonteta es una barbaridad para nosotros. Eso en el Cabanyal es imposible. Como club, jugar en la Fuente de San Luis es lo que nos tocaría, lo que creo que es lógico, pero la realidad es otra", asegura el entrenador José Escrich. "Con la reforma que están haciendo creo que caben 1.300 personas. Muchos menos que los que caben en La Fonteta. Está claro que el día del Barcelona arrastras más gente que la que luego viene normalmente, igual no siempre vienen 4.600 pero yo creo que 2.500 sí, y esos en El Cabanyal no nos caben. Pero bueno es lo que hay" se resigna el técnico. En principio, el acuerdo contempla que el equipo jugará en El Cabanyal de manera habitual y que los grandes partidos serán en La Fonteta. Escrich ve el lado positivo de jugar en El Cabanyal: "lo conocemos bien, entrenamos allí. Lo que por un lado es bueno por otro no. Como club se nos queda corto pero deportivamente le intentaremos sacar rendimiento si nos toca jugar allí".

El técnico azulgrana confesó que se quedaron "alucinados" con La Fonteta, la afición, el rival y hasta con la televisión y que la emoción les pasó factura en la primera mitad. "Fue un debut complicado, jugábamos en un pabellón en el que no conocíamos y que es impresionante. Acostumbrados al Cabanyal mucho más pequeño y cerrado, nos quedamos alucinados. Con la pista de parqué azul, que tampoco estamos habituados, todo era impresionante. Y encima nos viene un equipo, que para mí es sin duda el mejor del mundo, y te televisan en directo, que estaba todo lleno de cámaras... pues estábamos temblando" aseveró Escrich. "El Barça estaba como en casa, están muy acostumbrados. A la entrada la gente se hacía fotos con ellos y nosotros pasábamos por al lado y ni nos conocías, ellos son estrellas mundiales, van por encima del resto, cuenta un contento Escrich. "Intentamos competir lo que pudimos, la segunda parte plantamos cara y nos quedamos con eso. Al ritmo que empezó nos podían haber caído diez o doce pero luego en la segunda nos liberamos y jugamos de tú a tú" asegura Escrich sobre la reacción de su equipo.

Ahora empieza su liga

"Para nosotros el debut ante el Barcelona era más una fiesta, para disfrutar, era el premio por el ascenso, y ahora empezamos la liga de verdad" dice José Escrich. Este fin de semana el Levante UDDM viaja a Lugo para enfrentarse al Azkar con la única duda de José Revert. El ala sufrió un pinchazo durante el partido ante el Barça que se ha traducido en una microrrotura en el abductor. El alicantino no puede golpear con normalidad y entre hoy y mañana se decidirá si finalmente entra en la convocatoria para la segunda jornada.