La segunda edición del Trofeu Mixt Savipecho concluyó en el trinquet de Bellreguard, que registró un lleno absoluto. Tanto es así que en la final de escala i corda hubo que ubicar al del público hasta la altura del tres, como en los tiempos del genial Paco Cabanes ´El Genovés´. Soro III y Pere en la disciplina de aire y Waldo y Dorín en la de raspall fueron los campeones. Los dos equipos se impusieron a sus respectivos rivales con autoridad.

En primer lugar se decidió el título de la modalidad de aire en una partida en la que Soro III y Pere fueron muy superiores a Puchol II y Javi. De ahí el 60-25 final. El dominio de los ahora ya campeones comenzó desde el principio aunque en los primeros compases sí hubo cierta batalla. Pero conforme la ventaja de Soro III y Pere iba siendo mayor, su supremacía se hacía más evidente ya que la esperada reacción de Puchol II y Javi no llegó ni al intento.

De la partida cabe destacar especialmente la actuación de Pere. El de Pedreguer está en su mejor momento y lo ha venido refrendando en el torneo, pero sobre todo ayer en la final, en la que estuvo sobresaliente. El mitger fue capaz de anular a Javi, al que constantemente buscó y encontró los pies y no cesó de bombardear con un altísimo porcentaje de acierto en la práctica totalidad de sus acciones.

También es preciso señalar que Pere pudo sobresalir porque detrás, en el resto, Soro III demostró su condición de escaleter número uno. Y ojo porque su debut en el Individual está a la vuelta de la esquina; también el de Puchol II, que ayer no tuvo su mejor día. Tras el obligado paréntesis para merendar llegó el turno de los ases del raspall. Waldo y Dorín se impusieron sobre Sergio, Moro y Miravalles por 25-20.

Esta partida parecía que iba a transcurrir por los mismo derroteros que la anterior ya que Waldo y Dorín comenzaron fortísimos y muy acertados y se distanciaron del trío en tres parciales (15-0). Pero Sergio, Moro y Miravalles, que no estaban jugando mal sino que eran víctimas de la apisonadora Waldo, encontraron la senda del quinze para sumar dos juegos consecutivos (15-10).

A partir de ahí la partida fue espectacular. Primero sumaron Waldo y Dorín para situarse a un parcial de la victoria (20-10) pero el trío peleó como si le fuera la vida en el intento y se impuso en los dos juegos siguientes, en los que los intercambios fueron interminables (20-20). Y el último parcial, en el que los dos equipos se esforzaron hasta que, llegada la extenuación, fue para Waldo.