Carolina Marín demostró ayer que las decisiones que un niño toma en la infancia pueden marcar el resto de su vida. Desde los tres años bailaba flamenco como buena andaluza, pero a los 12 años descubrió el bádminton gracias a una amiga y tuvo que elegir entre dos pasiones. Se decantó por la raqueta y el volante. No falló en la elección. Ayer se proclamó campeona del mundo de bádminton a sus 21 años tras derrotar a la china Li Xuerui, número uno mundial, por 17-21, 21-17 y 21-18 y abrió camino a un deporte minoritario en España que cuenta con apenas 7.000 licencias federativas.

Entró en la historia al convertirse en la primera mujer no asiática en subirse a lo más alto del podio en un Campeonato del Mundo. El partido comenzó con dominio de la china, que realizó un parcial de 5-0 sin dar opción a Marín. Sin embargo, poco después, la onubense consiguió remontar levemente, aunque no superó a Li en ningún momento y no pudo evitar que ganase el primer set en 22 minutos por 17-21. «Mi entrenador me dijo que si quería la medalla de oro tenía que luchar hasta el final», afirmó Marín tras colgarse la medalla, y así lo hizo.

La segunda manga supuso el punto de inflexión en el partido. Empezó con un marcador igualado en el que ninguna de las dos conseguía una ventaja superior a dos tantos. Con el empate a15, Marín comenzó a superar a la jugadora china y ya en ese momento entró en la historia del Mundial 2014 al ser la primera jugadora que superó los 17 puntos contra la china, que no había perdido ningún set en el campeonato. Finalmente, esa ventaja dio a la española la oportunidad de llevarse el set por 21-17.

Con un empate en el marcador, el campeonato se decidió en el último set, que comenzó igual que el anterior, con máxima igualdad. Tras el empate a 15, Carolina se puso por delante y Li pidió parar el partido por problemas físicos. La pausa permitió a la china recuperarse levemente, pero la onubense consiguió ponerse con dos puntos de campeonato. Finalmente, con un error de Li, la onubense logró el título mundial que rompe la hegemonía asiática. «Estoy muy agradecida, muchas gracias por apoyarme durante todo el campeonato», declaró Carolina Marín que ya tiene el título mundial y este mismo año se proclamó campeona de Europa.